Estafa virtual en Salta: Le robaron el dinero que estaba juntando para comprar una silla de ruedas
Un caso de estafa virtual conmovió a la comunidad salteña de El Bordo, en el Valle de Siancas, luego de que Néstor Corregidor, un hombre de 49 años con discapacidad motriz que depende de una silla de ruedas para desplazarse, perdiera más de $ 600.000 que habían sido reunidos mediante una campaña solidaria para comprarle una silla eléctrica. El dinero estaba depositado en una billetera virtual de Tarjeta Naranja y fue sustraído tras caer en un engaño telefónico.
Corregidor, quien cursa estudios en el nivel de Alfabetización en el Núcleo Educativo para Adultos José Hernández, había recibido el acompañamiento de sus docentes y compañeros para impulsar la colecta. Según relataron sus maestras, el hombre enfrenta enormes dificultades para asistir a clases: recorre largas distancias haciendo girar manualmente las ruedas de una silla en mal estado y con su espalda cada vez más comprometida por el esfuerzo físico.
La campaña había logrado reunir $ 610.000, además de los fondos previstos por la venta de un bono contribución que aún no fue sorteado. Sin embargo, todo se frustró cuando Néstor recibió un supuesto llamado de Tarjeta Naranja.
El estafador le ofreció gestionar una tarjeta de crédito y le pidió confirmar un código enviado por WhatsApp. Tras seguir las instrucciones, su teléfono se reinició y, al volver a ingresar a la aplicación, descubrió que su cuenta había quedado en cero.
“Me dijeron que se iba a normalizar, después ya no me atendieron más”, lamentó Corregidor, profundamente angustiado por lo ocurrido. También pidió disculpas a quienes habían colaborado con la colecta: “Estoy muy apenado, creo que les fallé, no sé si seguirán confiando en mí”.
A pesar del golpe emocional y económico, su docente Adriana Tejerina insistió en no abandonar el objetivo. Recordó que la silla eléctrica cuesta alrededor de $ 2,5 millones y que transformaría por completo la vida de Néstor, facilitando su movilidad y asistencia a clases. “El esfuerzo que hace todos los días es enorme. No queremos que baje los brazos. Con 2.500 personas que aporten $ 1.000 podemos alcanzar la meta”, expresó conmovida.
Mientras se analizan posibles vías para recuperar parte del dinero, la comunidad educativa busca reactivar la campaña para que Néstor pueda finalmente acceder a la silla que necesita con urgencia.