Capilla de la UNSa: “Dios quiera que no pase nada”
El padre Fernando, encargado de la capilla de la Universidad, indicó que el pedido de quitar el santuario no es nuevo. Llamó a “obrar con sabiduría” y evitar confrontaciones. Suspendieron las actividades para el viernes.
La Secretaría de Género y Disidencia Sexual (GyDS) en el Centro de Estudiantes de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) realizará este viernes 26 de octubre un pañuelazo naranja, color que simboliza la separación de la Iglesia del Estado, en las puertas de la capilla ubicada dentro del campus pidiendo que la misma sea demolida.
Ante esta situación, InformateSalta dialogó con el padre Fernando, encargado de la capilla, quien señaló que el pedido no es novedoso, sino que suele suceder “cada vez que se acerca alguna elección o votación en alguna facultad”.
A contracara de la solicitud, el religioso destacó el espacio de unidad diálogo que prima en el santuario: “Tenemos misa los miércoles y viernes, está el grupo Palestra con 40 chicos, los chicos misioneros Mensajeros de Jesús, los sábados tenemos catequesis para adultos, compartimos almuerzos, charlamos, y luego la capilla está siempre abierta para que los chicos vayan a rezar, quienes van sobre todo en tiempos de exámenes”.
En relación con el pañuelazo naranja y su motivo, el sacerdote señaló que entre los chicos que hacen uso de la capilla “prima el sentido común, ellos mismos salen a evitar la confrontación, pero esto duele un poco, claramente”.
No obstante, aseveró que “siempre está latente la cuestión de la agresión”. En ese sentido, indicó que desde el rectorado de la UNSA aconsejaron suspender las actividades programadas para el viernes. “La consigna es tener paciencia, prudencia, obrar con sabiduría, nosotros no vamos a estar haciendo caldo para otra cosa”, afirmó.
En otro ámbito, manifestó que se han colocado cámaras afuera de la capilla. “Si hay algún desmán, cada uno tendrá que hacerse cargo, sino esta impunidad de generar violencia no ayuda para nada, la universidad es la que pierde”. Finalmente exhortó: “Esperemos, Dios quiera, no pase nada”.