Hoy se conocerán las condenas por el salvaje femicidio de Daniela Guantay
Luego de los alegatos, la fiscalía solicitó prisión perpetua para los cuatro hombres, y para “Marisol” Urzagaste. En tanto para la menor de edad: coautora del homicidio doblemente calificado.
La querella adhirió a este pedido de la fiscal Verónica Simensen de Bielke. Por su parte, y como es de suponer las defensas solicitaron la absolución, porque entienden no está determinada la muerte por homicidio, señalando que hubo vicios en la investigación, publicó Nuevo Diario.
Fue una extensa jornada, que incluyó varios cuartos intermedios en virtud que cada uno de los alegatos tenía un período de 1,30 hora, mientras que hoy se dará lugar a las réplicas tras los alegatos y se conocerá el veredicto.
La acusación marcó responsabilidades para Julio César Monasterio, Norberto Silvestre, Carlos Alfredo Agüero y Juan Reynaldo Álvarez por homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género por ser perpetrado con ensañamiento y por concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, agravado por la participación de un menor de edad.
También halló responsabilidad para “Marisel” Griselda Urzagaste por homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, mientras que para M.L.M. (menor al momento del hecho), entiende debe ser encontrada coautora de los delitos de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, y que se giren las actuaciones al juez de menores que corresponda.
Simesen de Bielke remarcó los testimonios en los que se señalaba a Agüero como quien pidió se la “entreguen”, vinculándolo con el robo de una cantidad de droga, donde se hizo referencia a que decía, este imputado: “A estos gatos hay que cortarles las manos”, por lo que la representante del Ministerio Público Fiscal sostiene que el móvil del crimen fue el robo de la droga.
Luego hizo referencia a la búsqueda que la madre de Daniela Paola Guantay que inició el 28 de febrero de 2017, cuando su hija no aparecía y que la llevó a recorrer tres barrios que no eran habituales en el recorrido de la víctima.
Tras esa búsqueda fue la propia imputada Urzagaste quien señaló que Daniela estaba consumiendo en la casa del “viejo” Álvarez. Siendo también esta imputada, la que en la madrugada del 7 de marzo le dijo a Verónica Guantay que habían ido a tirar el cuerpo de Daniela a la orilla del río, donde luego apareció.
Sin embargo, la fiscal señaló que más allá de esos dichos, se siguieron otras líneas de investigación que llevaron a la búsqueda de la joven en el sector del bajo, derivando luego en la más sólida, que era el aporte que efectuó Urzagaste.
Simesen de Bielke sostuvo en su alegato que Agüero, Silvestre, Monasterio y Álvarez incurrieron en el delito de homicidio calificado ya que tenían la intención de quitarle la vida, siendo un caso típico de femicidio, resaltando que, además, del agravante de la tortura, cometieron el delito de abuso sexual con acceso carnal.
Al momento de alegar la querella a cargo de Pablo Del Pino adhirió a lo planteado por la fiscal, considerando que estos extremos fácticos, están debidamente acreditados. Rescatando que Daniela era una persona buena que se dedicaba a sus hijos, aunque lamentablemente cayó en las adicciones.
“Es injusto lo que vivió Daniela y más aún porque las personas que consideraba amigos, la sometieron a la violencia más extrema y sin precedentes en Salta, y la terminaron matando”, dijo el abogado.
Para la querella, Daniela era una persona vulnerable y por eso fue señalada como la persona que robó la droga, marcó que hubo desprecio total por su vida, y por su cuerpo, que no solo torturaron, abusaron y finalmente abandonaron. “Daniela fue captada y llevada a la casa del horror sin esperar que en ese lugar estaba la muerte”, agregó el querellante.
Dejó aclarado que en esa casa se ejercía la prostitución, se comercializaba droga y se consumía, de allí que se eligió ese lugar para acabar con su vida, ya que consideraban que era moneda de cambio.