Justicia10/06/2020

Imputaron a Brunetti por vender carne podrida al Hospital Materno Infantil

Un certificado de bromatología comprobó que la carne vacuna y de pollo no estaba aptas para el consumo. Francisco Brunetti ni siquiera asistió a la audiencia de imputación.

La fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Verónica Simesen de Bielke, imputó a Francisco Brunetti, por fraude en perjuicio de la administración pública y delito contra la salud pública, en concurso ideal, tras venderle carne podrida al Hospital Público Materno Infantil. El acusado no asistió a la audiencia de imputación fijada para este miércoles.

El acusado, en su carácter de proveedor del Estado, distribuyó a través de la empresa Compañía Industrializadora Argentina de Carnes S.A. (Frigorífico Brunetti) carne de vaca y de pollo al Hospital, que no estaba apta para consumo, ni cumplía con las condiciones establecidas en los pliegos de contratación.

Es que luego de efectuada la verificación de aptitud para consumo por parte de Bromatología de la Dirección General de Coordinación Epidemiológica del Gobierno de la Provincia, se determinó que no era apta, lo que conlleva a un perjuicio al patrimonio del Estado provincial al exigir los pagos de mercaderías sin que la contraprestación exigida haya cumplido los estándares requeridos para su entrega en un establecimiento público de salud.



A su vez, Brunetti puso en riesgo el bien jurídico “Salud Pública” tutelado por la norma referida mediante el suministro de mercadería cuyo estado no era apto para consumo humano. La intervención de la fiscal penal Simesen de Bielke se produjo tras la denuncia pública hecha a través de medios de comunicación por el gerente del Hospital Público Materno Infantil, Federico Mangione.

Durante la entrevista realizada en la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Mangione expresó que el 27 de marzo, al pasar por el sector de cocina del hospital, sintió un olor fuerte y al preguntar al personal le manifestaron que era la carne que había dejado el Frigorífico Brunetti.

Al verificar que efectivamente se trataba de la carne, tomó la decisión de que no se podía dar de comer en ese estado a los pacientes y encomendó al personal que se comunicara con Bromatología, que determinó que la carne estaba en estado de putrefacción.

Posteriormente, se puso en conocimiento a la empresa Brunetti, a través del envío del acta de inspección de Bromatología para la realización del descargo correspondiente y la suspensión de la licitación.