Gala Cancinos: “Fui hasta a ver curanderos, todos me dicen que está viva y en el país”
La familia de Gala Cancinos, o Santiago nombre con el que muchos dicen que ella se identificaba, lleva 4 años sin saber cuál es su paradero. Las investigaciones no dieron ningún fruto y no se tiene un dato certero de dónde puede estar.
Javier Cancinos, su papá, habló con Infobae y dio detalles hasta ahora pocos conocidos de la desaparición de su hija. Contó que en medio de su desesperación fue a consultar curanderos y todos les aseguran que está con vida y dentro de Argentina.
“Yo ya no sé qué hacer. Fui hasta a ver curanderos y todos me dicen que está vivo y que está en el país. Yo solo quiero que aparezca y me diga que está bien y que no necesita nada más”, dijo.
En este sentido, recordó que, a los pocos días de aquel 16 de mayo de 2017, último día que se vio a Gala, su cuñada se comunicó con él para decirle que esa tarde, cerca de las 16 horas, ella la vio en el Parque del Bicentenario, que la saludó y que ahí terminó su contacto.
Justamente, las imágenes de las cámaras de seguridad del parque reflejaron casi la única pista certera que se tiene de la adolescente. Según reveló Javier, estuvo 12 minutos y salió. Pero con una particularidad: ya no tenía puesta su indumentaria de educación física, jeans, un buzo negro y una de las gorras que acostumbraba usar.
“Llevaba la mochila y estaba con la ropa de gimnasia. Pensé que en la mochila estaba lo de las clases de inglés. Por eso nunca sospeché. A mi cuñada no le llamó la atención tampoco porque a ese lugar van los chicos para juntarse. No había nada raro. De ahí en más sí se le perdió el rastro”, comentó.
El expediente hoy tiene al menos cinco cuerpos: se entrevistaron a todos los compañeros del colegio y vecinos, pero los datos aportados fueron nulos. Se hicieron recorridos cerca del colegio para ver si alguna otra cámara aportaba datos, pero tampoco surtió el efecto deseado.
Cuando comenzó la búsqueda, muchos le escribieron a Javier para que dejara de buscarla como Gala y que se enfocara en el nombre de Santiago. Al respecto, el padre recordó que se trató en la familia en alguna oportunidad la cuestión de su género y lo que sentía su hija al respecto, pero nunca de manera profunda.
“Ella iba a la psicóloga del colegio. No nos hablaba mucho del tema. Usaba también las redes sociales para comunicarse y expresarse ahí. En ese momento lo tomamos como una rebeldía de adolescente. Como estaba yendo a terapia pensamos que quedaba ahí. Para mí la psicóloga fue nefasta porque nunca nos dijo nada. Nunca nos advirtió para apoyarlo de otra manera. Pero no lo hizo”, cuestionó.
Otro dato inquietante es que Gala mantenía al menos ocho perfiles en las redes sociales. Javier no sabe por qué pero cree que era para que ellos, como padres, no pudieran rastrear lo que hacía y en parte podrían explicar su decisión de irse de casa para no volver nunca más.
Javier no se atreve a dar una hipótesis certera sobre el paradero de su hijo. Cree que en un principio se fue de la casa porque por ahí no se sentía apoyado por su elección de género. Recuerda que el colegio al que iba Gala es religioso y muy conservador y que de pronto eso pudo influir para que escapara. El hombre deslizó en medio de la emoción que acaso no le dieron la atención que podría haber necesitado en ese momento. Igual lo que importa “es que dé una señal de vida”. Además, así lo expresó en un mensaje escrito en su perfil de Facebook el 17 de mayo pasado, cuando se cumplió un nuevo aniversario del día que lo vio por última vez.
“Perdón, perdón por lo que te haya faltado en casa. Quiero que sepas que aquí estoy esperando tu regreso a mi vida, mi Santiago, mi Nicolás o mi Gala. Te acepto en un todo. Dame una señal de que estás bien y calma mi dolor, mi gran amor. Muero todos los días un poquito. Ya son cuatro largos años de ausencia que desgarran mi alma”, expresó.