Abuso grupal en Cafayate: “Mi hermano sólo lloraba y se golpeaba la cabeza”
Este lunes comenzó la audiencia de debate en la causa seguida contra siete sujetos imputados por abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la participación de dos o más personas en perjuicio de un hombre con retraso madurativo. El hecho sucedió en Cafayate, en octubre de 2020.
Los imputados son Enrique Antonio Segovia, Jorge Daniel Gutiérrez, Yoel del Jesús Velárdez, Federico Alfredo Segovia, Wilson Hernán López, Jonathan Darío Zerpa y Héctor Ariel Santos. Durante la primera jornada, los imputados se abstuvieron de declarar y se llevó a cabo la lectura de la requisitoria fiscal de elevación a juicio.
Posteriormente, el querellante solicitó al tribunal que la declaración del damnificado se realice por circuito cerrado de televisión (CCTV). Argumentó que, aún cuando se trata de una persona mayor de edad (50 años), padece retraso madurativo y, por su vulnerabilidad, debe ser resguardada. La asesora de Incapaces adhirió al planteo de la querella.
A su turno, los defensores técnicos de los imputados López, Velárdez, Zerpa, Federico Segovia y Gutiérrez y Adrián Reyes aceptaron lo solicitado con la condición de que la hermana del damnificado no esté presente al momento de realizarse el CCTV. El defensor de Enrique Segovia, por su parte, rechazó el planteo.
Finalmente, el tribunal hizo lugar a lo solicitado por la querella y la víctima declaró por CCTV, acompañado por una psicóloga. La declaración fue presenciada en tiempo real por las partes.
La ronda de testimoniales continuó con la declaración de la hermana de la víctima y denunciante en la causa. La mujer sostuvo que a los imputados los conocía solo de vista porque todos son vecinos en Cafayate. Contó que el domingo de los hechos, su hermano salió a caminar como lo hacía habitualmente. Regresó como a las 20:30 o 21. “Estaba mal, no quería hablar. Lo acompañé al baño para que se duche. Se lavaba constantemente la cara y lloraba. Desde entonces cambió completamente. Ya no es el mismo”, manifestó.
A la semana siguiente se viralizó un video donde aparecían su hermano y los acusados. Ella lo vio recién cuando se lo reenvió otro hermano suyo que reside en Salta. Fue entonces que decidió radicar la denuncia.
Acerca de lo que le contó el damnificado, la testigo precisó: “Él solo lloraba, se mojaba la cara y las manos, se golpeaba la cabeza”.
Más adelante le dijo que los acusados lo llamaron y le hicieron cosas que él no quería. Que él les decía que no y ellos igual lo sometieron. Él estaba desesperado, quería irse y ellos no lo dejaban.
La testigo también hizo referencia a un audio enviado por uno de los imputados a una prima suya, y sobre las amenazas que recibió ella de parte de un sujeto que la interceptó en la puerta de un supermercado.