Abuelo salteño cayó en una trampa hot por Facebook y ahora lo extorsionan
De acuerdo al testimonio del hombre, a través de Facebook fue contactado por una jovencita que comenzó a hablarle y a enviarle videos sin ropa, sorprendido y sin sospechar malicia, respondió al pedido de la chica para que él también le enviara videos de sus partes íntimas. Pero luego fue víctima de reiteradas extorsiones.
"Todo comenzó el domingo 3 de julio. Había almorzado y me tomé un vinito y estaba acostado, era la siesta. Ahí por Facebook me contacta una tal Agustina P. Comencé a chatear y me comentó sobre su sufrida vida, que su familia no la comprendía y que estaba sola y desesperada por cambiar de aire", relató.
Según contó el hombre, la chica le preguntó la edad, “si vivía solo, si tenía con qué solventar mis necesidades, si estaba bien económicamente y cosas muy sencillas. Me enganchó su humildad, su desesperación y enseguida me dice que le mande mi número de WhatsApp. Tengo casi setenta años, vivo prácticamente solo y nunca me había pasado algo así. No desconfié de nada, además estaba con un vinito encima y bueno...", se sinceró.
El abuelo, casi quebrado se tomó unos minutos, renegó de su suerte y confesó. "Me dijo tantas cosas que quedé así como sin entender y casi de inmediato me manda un video donde se muestra como Eva. Ahí perdí la conciencia. Al instante me envió otro video más atrevido aún, y tras cartón otro como una bomba nuclear. Tres en total!, cuenta con brillo y algo de vergüenza.
Luego me pregunta si la veía bella y yo le dije que sí y ahí sin dejarme pensar me pide un videíto mío, que le muestre cómo soy y caí. Le mandé lo que hay... y me dijo que era perfecto", relató.
Después vino el silencio. La mujer no le contestaba. El hombre se durmió y olvidó el asunto. "Dos días después, el martes, recibo una llamada de un tal comisario Néstor R. diciéndome que tenía una denuncia por diversos delitos sexuales, corrupción de menores y que sé yo. Reconozco me asusté, no sabía qué hacer", comentó.
"A las horas me vuelve a llamar y dice que él podía arreglar el asunto, ya que la familia de la tal Agustina P. con un poco de dinero levantaba todo. Y volví a caer, así le mandé 11.000 pesos por un Rapipago, a un número de cuenta que Néstor R. me lo dictaba cuando llegaba a la caja. Luego me exigió más y le envié de la misma manera 19.000 pesos más y luego de decenas de llamadas extorsivas le mandé 50.000 pesos.
Pasaron unos días y creyó que todo había terminado, pero el supuesto policía “volvió llamar y a exigirme 80.000 pesos más por su trabajo y para pagarle a una sargento que había ayudado, según él, pero no tengo más dinero y tampoco puedo vivir así extorsionado una y otra vez. Así que con toda mi amargura y arrepentimiento decidí hacer pública mi historia para que no vuelva a ocurrir, sobre todo con gente grande como yo, que no sabe en qué se mete en las redes sociales”.
"Es mi deseo que la gente escuche parte de los audios que recibí, porque de esa manera podrán evitar ser víctimas de esta gente, que me dejó en la ruina, sin dinero para seguir viviendo", reflexionó.