Juzgan a un hombre acusado de matar a su pareja de un escopetazo en Angastaco
En la Sala VII del Tribunal de Juicio comenzó la audiencia de debate en la causa seguida contra Gregorio Osvaldo Suárez (32), alias “Goyo”, por los delitos de homicidio calificado por femicidio y por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de armas, en perjuicio de Martina Juliana Díaz (25).
Durante la primera jornada se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio. El imputado se abstuvo de declarar. Seguidamente se inició la recepción de pruebas testimoniales con la declaración de familiares de la víctima y efectivos policiales.
En primer término, declaró la madre de la víctima. Dijo que conocía a Gregorio Suárez porque era vecino suyo. Sobre cómo se enteró de lo ocurrido, refirió que ella se encontraba en Aguas Calientes cuando uno de sus hijos le avisó que Martina había sido baleada. A él, a su vez, le había contado lo sucedido Pascual Suárez, hermano del imputado, que bajó de El Catrial hasta Pampa Llana para anoticiarlos. Esto fue al día siguiente del hecho.
La testigo manifestó que su hijo partió rumbo a El Catrial y, al llegar –el 16 de mayo cerca del mediodía-, encontró a Martina en cama. Ella le mostró la herida y le dijo que “Goyo” le había disparado. También le pidió que cuidaran bien a sus cuatro hijos.
La madre de Martina indicó que ella pudo llegar a la finca donde estaba su hija el 17 de mayo. Ya había fallecido y esperaron a que llegara la policía.
Refirió que cuando llegaron a El Catrial los recibió el abuelo del imputado. Les contó que él estaba en cama cuando escuchó el tiro. En ese momento no se levantó pero de pronto entró Martina a su habitación gritando: “Me han baleado”. Cuando él salió a buscar a su nieto “Goyo”, ya se había ido llevándose el arma.
Tiempo después, el hermano del imputado – Pascual- les contó más detalles de lo ocurrido aquella noche. La testigo recordó que les relató que “Goyo” estaba tomando, enojado porque su hija demoraba en volver. Cuando llegó, comenzó a celarla, le pidió el celular y ella le respondió que no tenía carga. Pascual le comentó que él quiso calmar a su hermano pero el imputado salió de la cocina, Martina lo siguió y entonces le disparó.
La testigo contó que su hija pasaba tiempo en Pampa Llana porque sus hijos concurrían a la escuela en ese lugar. Allí se quedaba en casa de una hermana. Su lugar de residencia era El Catrial, donde había vivido con su pareja, padre de sus hijos. Hacía dos o tres años él había sido detenido por un homicidio. Desde entonces, Martina volvía periódicamente a la finca para ver su hacienda y para buscar carne.
La testigo relató que ella desconocía que su hija había iniciado una relación con el acusado, quien es nieto del dueño de la finca. Se enteró después del hecho, cuando su nieta mayor – hija de la víctima- le contó que su mamá y “Goyo” eran pareja. Manifestó que la menor también le comentó que el acusado la celaba y le “pegaba piñas” a su mamá.
Hoy también declararon una hermana y un hermano de la víctima. La mujer sostuvo que no conocía al imputado, solo de nombre, porque él vivía en El Catrial y nunca llegó a su casa. También dijo desconocer que su hermana tuviera una relación con Gregorio Suárez. Se enteró por su sobrina, quien le contó que el acusado “estropeaba” a Martina con golpes de puño y que, una vez, la amenazó con un arma. Según contó su sobrina, esto pasó alrededor de un mes antes del hecho. La menor le comentó también que le tenía miedo a “Goyo” porque siempre tomaban alcohol con Samuel y discutían.
La testigo señaló que su hermana demoraba diez horas en caminar hasta El Catrial y que, a veces, se quedaba una semana, diez días o más. Cuando bajaba dormía en su casa. Dijo que nunca la vio lesionada.
El hermano de la víctima, en tanto, refirió que cuando el hermano de “Goyo” les contó lo que había pasado esa noche, les dijo que el imputado “no estaba ebrio del todo”. Contó que conocía a Gregorio Suárez porque habían sido compañeros en la escuela y comentó que tenía conocimiento de hechos de violencia protagonizados por el acusado contra su anterior pareja.
El requerimiento fiscal señala que Suárez le disparó a la víctima en la zona abdominal, tras una discusión. Luego del hecho, el imputado huyó. Fue localizado en un lugar ubicado cerca del límite con la provincia de Catamarca. Martina Juliana Díaz falleció el 16 de mayo de 2019.