¡Cuidate del Sol! No arriesgues tu salud ni la de tu familia
Hoy 21 de diciembre, con el inicio del verano, se recuerda a la población que, en días de altas temperaturas, se corre el riesgo de sufrir insolación o golpe de calor, lo que puede poner en peligro la vida, al provocar daños en el cerebro y otros órganos vitales, como el corazón, los riñones y los músculos.
Los golpes de calor suelen producirse por permanecer demasiado tiempo expuesto a elevadas temperaturas sin la debida protección y sin hidratarse. Otra causa puede ser el ejercicio excesivo para la edad y la condición física de la persona, sobre todo si se realiza bajo el sol o en lugares poco ventilados.
El mayor riesgo es para los adultos mayores, niños pequeños y personas enfermas o con sobrepeso. Para evitar complicaciones, se recomienda consumir abundante agua, aunque no se sienta sed, proteger la cabeza con sombrero o gorra, usar ropa clara y liviana y evitar realizar actividad laboral o deportiva bajo el sol en las horas de mayor intensidad.
También se aconseja utilizar bloqueador solar para prevenir quemaduras y usar lentes oscuros de buena calidad, para evitar daños en los ojos.
Síntomas
Cuando una persona ha sido afectada por un golpe de calor, presenta fiebre de 40º o más; se observan cambios en el estado mental o de comportamiento; la piel está caliente y seca o hay sudoración excesiva; la piel se ve enrojecida; hay náuseas o vómitos; el pulso está acelerado; la respiración es rápida; hay dolor de cabeza; la persona se desmaya o entra en estado de coma.
¿Qué hacer?
Ante la presencia de síntomas de golpe de calor, lo primero que se debe hacer es llamar al sistema de emergencias.
Mientras tanto, colocar a la persona afectada en un lugar con sombra y lo más fresco posible, en posición semi-sentado, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y retirarle la ropa para reducir la temperatura corporal.
Si fuera posible, colocar a la persona en una bañera con agua fría, o pasarle una esponja o paño mojado en agua fresca. Darle aire y colocarle compresas de hielo o toalla humedecida en el cuello, frente, nuca, axilas e ingle.
Darle a beber pequeños sorbos de agua fresca o alguna otra bebida que no contenga alcohol ni cafeína. Es importante que la ingesta de agua sea en muy pequeñas cantidades y no de golpe, para no empeorar el cuadro.
Si hay pérdida del conocimiento, practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras llega la ayuda médica. Si no se sabe realizar esta práctica, colocar a la persona acostada, con las piernas flexionadas.