La candidatura de Villalba y la jugada del romerismo
Carlos Villalba, cuando vio que el PRS no le prestaba apoyo para salir como intendente, urdió una maniobra urgente: presentarse dentro de los plazos invocando el apoyo del PJ pero sin aval partidario
Una forma de ganar tiempo mientras seguía negociando para buscar un partido que le sirva para ir a las elecciones de Intendente de Salvador Mazza.
La maniobra surtió efecto e hizo entrar como caballo, como se dice en la jerga cabulera, a El Tribuno, que en su formación conspirativa, creyó ver a Juan Manuel Urtubey detrás como dándole apoyo a la candidatura.
Urtubey, demás está decirlo, se enteró por el diario que Villalba tenía su apoyo.
Pero mientras El Tribuno busca llevar el foco sobre la legitimidad de la postulación de Villalba, quien fuera encontrado en un prostíbulo que funcionaba en una casa privada, omite decir que el "posromerismo" reflotó como candidato a Francisco Ibáñez, "Pancho" para propios y extraños.
Nada dice que Ibáñez fue destituido alguna vez también y que tiene causas abiertas y lo sobrevuelan rumores nunca aclarados sobre vinculaciones con el mundo narcotráfico.
Fue durante su gestión que fue asesinada allí Liliana Ledesma, un hecho en el que estuvo involucrado un senador que llegó también por Juan Carlos Romero y sobre el que también pesan cuestionamientos del mismo tipo. La asunción de Aparicio fue precedida de la aparición de documentación con las investigaciones en su contra y todas vinculadas al tráfico de estupefacientes.Colocar la mirada sobre Villalba permite al Frente Salteño colar por la puerta trasera a un candidato que al fin y al cabo, es más de lo mismo. ¿No?
Fuente: Columna de opinión