Ante el recorte de Nación, el IPV buscaría financiamiento privado para viviendas
La obra pública fue una de las aristas más afectadas por el ajuste fiscal que lleva adelante el gobierno nacional, es por ello que se analizan alternativas para continuar con la construcción de viviendas.
El Instituto Provincial de Vivienda (IPV) analiza esta alternativa para poder concluir las 2.100 casas que quedaron en stand by por el recorte estatal.
El esquema de ahorro previo entre los adjudicatarios es una de las posibilidades para no mantener frenadas las construcciones, según indicó el titular de la entidad Gustavo Carrizo.
Con obras prácticamente concluidas y otras con casi la mitad del avance, desde el IPV aclararon que además del aporte del beneficiario, será fundamental contar con otro financiamiento para llevar adelante la ultima etapa de las obras inconclusas.
“Ya veremos si lo hacemos a través de una securitización bancaria o con aportes de la provincia”.
En la reunión que tiene prevista para el día de hoy con el ministro de Infraestructura provincial, Sergio Camacho, adelantó que avanzarán en el modelo de financiamiento de estas obras, sumando que también se trabajará con posibles aportes desde los municipios.
La provincia cuenta con 2.100 construcciones de viviendas por concluir, de las cuales 1.100 corresponden a la capital provincia, mientras que las restantes se distribuyen en el interior. A esto también agregó que el IPV dirigirá de sus fondos para terminar 500 unidades pendientes.
La inflación es importante al momento de pensar en la construcción, ya que, si bien hay 2000 viviendas proyectadas, la falta de recursos e inestabilidad provoca que sea imposible comenzarlas: “todo lo que diseñamos hay que modificarlo todos los meses”.
El funcionario dio cuenta que una vivienda que construyen desde el IPV cuesta aproximadamente $50 millones, teniendo en cuenta que los recursos con lo que cuenta el organismo se obtienen por las cuotas mensuales que aportan sus adjudicatarios por los créditos para sus viviendas.
Si bien, aquellos que contaron con el beneficio antes del 2018 cuentan con cuotas fijas, quienes fueron adjudicados desde ese año tienen actualizaciones periódicas en los aportes.
Las cuotas rondan entre los 70 mil y 95 mil pesos en los últimos barrios que fueron otorgados por el IPV.
Cabe destacar que existe una mora en los pagos del 13%, ya que muchos declaran que es difícil cumplir con este aporte por el contexto económico.