Pese a las campañas de concientización, como también los mensajes pidiendo la colaboración de los vecinos de no ensuciar, los salteños parecer ser hijos del rigor pues siguen procediendo con actitudes reprobables, como ser la generación de microbasurales.

Es que en su rápida necesidad de deshacerse de sus residuos, al parecer la vía pública es el mejor lugar para tirar la basura, arrojar sus despojos, sin importar la suciedad que pudiesen ocasionar, los focos infecciosos que conllevan, como tampoco la mala imagen de los sitios donde conviven.

Todos estos problemas confluyen en un microbasural sobre avenida San Martín, en el cruce con la calle Boulogne Sur Mer, al costado de donde se encuentran las vías del tren urbano, sitio que fue elegido por vecinos sucios como irresponsables para acumular su basura y sus despojos.

El móvil de InformateSalta se hizo presente en este lugar para dar cuenta de los diferentes desperdicios que yacen esparcidos por esa acera: pedazos de vidrios, envases y envoltorios de plásticos de todos los tamaños y colores, restos de frutas y verduras, algunas podridas, también papeles del tipo que se busquen, cartones o maples de huevos, por citar tantos restos. Vale sumar hasta la carcasa trasera de un viejo televisor.

Sin embargo, entre la hojarasca y los restos de podas esparcidos, ya sean ramas, troncos, etc., lo que sobresalía a primera vista era la cantidad de neumáticos regados en la calle, peligro latente ante su mal desecho, pues los mismos pueden volverse reservorio del mosquito transmisor del dengue, enfermedad de la cual incansablemente se viene alertando cómo evitarla y que la sociedad no comprendió, en evidencia, cómo prevenirla.