Sociedad20/12/2024

Controles de tránsito: Cuánto tarda el alcohol en irse del cuerpo

Con el brindis en la mano por las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, la pregunta infaltable en toda reunión apunta a saber cuánto tarda el alcohol en irse del cuerpo para conducir. La respuesta, aunque sencilla en parte, está llena de matices porque no se metaboliza igual en todos los casos.

El hígado es el principal responsable de descomponer el alcohol. Este órgano procesa la cantidad de un vaso de bebida alcohólica por hora en el caso de los hombres. ¿Qué significa esto? Que el tiempo de eliminación dependerá no solo de la cantidad de alcohol ingerida, sino también de variables como la edad, el sexo, el peso corporal y si se ha comido previamente.

Sin embargo, hay un dato clave: no existe ninguna estrategia que acelere este proceso. Ni dormir, ni beber agua, ni el café, ni ninguna otra “solución mágica” ayudará a que el alcohol desaparezca más rápido del organismo. Solo el tiempo lo logra.

Una vez que el alcohol entra en el organismo, se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y pasa al torrente sanguíneo. Desde allí, viaja al hígado, donde las enzimas hepáticas lo descomponen en acetaldehído y, finalmente, en sustancias más inofensivas como agua y dióxido de carbono.

El problema es que el hígado tiene una capacidad limitada: no puede procesar más de una bebida alcohólica (un vaso de vino, un chopp de cerveza o una medida de bebida blanca) por hora. Cualquier exceso se queda circulando en el organismo hasta que el hígado pueda hacer su trabajo.

¿Cuánto tarda el alcohol en irse del cuerpo para conducir?

Los tiempos de eliminación varían dependiendo del método de detección, ya que el alcohol deja rastros que pueden ser medidos de diferentes maneras:

    Sangre: el alcohol puede detectarse hasta 6 horas después de la última ingesta.

    Aliento: de 12 a 24 horas, lo que explica por qué un control de alcoholemia puede dar positivo incluso al día siguiente.

    Orina: entre 12 y 24 horas.

    Saliva: entre 12 y 24 horas.

    Cabello: hasta 90 días, ya que los folículos capilares registran el consumo de alcohol durante meses.

Si bien el hígado es el protagonista en este proceso, hay otros factores que pueden modificar la velocidad con la que el cuerpo elimina el alcohol:

    Peso corporal: las personas con mayor masa corporal tienden a metabolizar el alcohol más rápidamente que aquellas con menos peso.

    Sexo: las mujeres suelen procesar el alcohol más lentamente que los hombres debido a diferencias en la cantidad de agua corporal y enzimáticas.

    Edad: a medida que envejecemos, el metabolismo se vuelve más lento, lo que afecta la rapidez con la que el alcohol se elimina.

    Alimentos: haber comido antes de beber retrasa la absorción del alcohol, pero no su metabolización.

Es común escuchar consejos como “tomá un café bien cargado” o “dormí un rato y listo”. La realidad es que ninguna de estas prácticas acelera el metabolismo del alcohol. Beber agua o hidratarse puede ayudar a reducir los síntomas de la resaca, pero no elimina el alcohol más rápido. Lo mismo ocurre con el café, las duchas frías o el ejercicio físico: pueden hacernos sentir más despiertos, pero el alcohol sigue estando presente en el organismo.

Entender cómo actúa el alcohol en el cuerpo no solo resuelve una duda típica de las fiestas, sino que también es clave para fomentar conductas responsables. Saber que un control de alcoholemia puede dar positivo varias horas después de la última copa ayuda a prevenir situaciones peligrosas.

La mejor recomendación siempre es moderarse y planificar con antelación. Si vas a beber, designá un conductor responsable, utilizá transporte público o pedí un servicio de viaje compartido.  /TN