Red de trata de alumnas en Salta: “La pena será dura, arriba de los 15 o 20 años"

El defensor federal de víctimas, Nicolás Escándar, confirmó que la investigación por una red de trata que captaba adolescentes en distintos establecimientos educativos de la ciudad continúa avanzando con un trabajo “complejo y extremadamente cuidadoso” para evitar la revictimización. Ya son más de 30 las víctimas identificadas, en su mayoría menores de edad al momento de los hechos.

Escándar explicó en Sin Vueltas que las declaraciones se están tomando bajo el protocolo de cámara Gesell o circuito cerrado de televisión, lo que limita el ritmo de audiencias: “Es muy difícil hacer más de una o dos por día. Llevan su tiempo y debemos evitar la re-victimización. Por eso fijamos declaraciones para las próximas tres semanas, para escuchar a todas y obtener información”.

La causa tiene ocho personas imputadas, todas detenidas salvo un menor, compañero de algunas víctimas. “Estamos viendo si esa persona está inmersa en lo que se llama víctima-victimario. Si fue víctima antes de colaborar, la ley obliga a sobreseerlo”, señaló. El resto permanece en prisión preventiva, excepto una imputada que cumple prisión domiciliaria. Además, se trabaja para identificar a otros responsables y avanzar hacia nuevas detenciones.


“Si vos querés ganar el doble la próxima vez, en vez de venir sola, vení con una amiga, o con dos o con tres”


El defensor detalló que la red no operaba en un solo establecimiento educativo. “Ya ha trascendido el ámbito geográfico de un colegio y son varios. Los explotadores usaban un método de captación a través de las propias víctimas”, explicó. Ese mecanismo consistía en presionar a las adolescentes con frases como: “Si vos querés ganar el doble la próxima vez, en vez de venir sola, vení con una amiga, o con dos o con tres”.

De esta manera, se generaba un círculo perverso: algunas jóvenes accedían para ganar más dinero, mientras que otras creían que llevando a una amiga evitarían ser explotadas nuevamente. Las nuevas víctimas podían ser compañeras de colegio, vecinas o amigas de actividades extraescolares. Así, la red se expandió por distintos puntos de la ciudad. Para preservar a las víctimas, Escándar remarcó que no se brindarán detalles sobre la ubicación de los establecimientos.


 “Tenemos casos en los que las grababan durante los encuentros sexuales"


Respecto del acompañamiento a las adolescentes, el defensor afirmó que el proceso judicial también apunta a la reparación y al empoderamiento. “Les explicamos que este proceso puede servir para obtener reparaciones económicas. Esto permite, a veces, dar vuelta la página, emprender actividades que habían quedado relegadas. La idea es que puedan castigar a su ofensor y, por lo menos, resignificar esta etapa tan traumática”.

Finalmente, señaló que una vez dentro de la red es “muy difícil salir”. Los captores, explicó, acumulaban material íntimo para extorsionar a las víctimas: “Tenemos casos en los que las grababan durante los encuentros sexuales. Las chicas viven con el miedo de que sus padres se enteren, y eso las mantiene atrapadas”.