Padres “espías”: Recurren al GPS en celulares para saber de sus hijos

En el celular, Silvia encontró hace más de dos años una herramienta para monitorear a su hija de 13 años. El sistema de posicionamiento global, más conocido como GPS, le da la tranquilidad de saber dónde se encuentra la adolescente, a cualquier hora del día.

Su empleo le demanda gran parte de las jornadas lejos de la joven y sostiene que esta “forma de controlar” le dio “buenos resultados”. Admite que “no es la adecuada, pero no me quedaba otra. El problema era yo, mi trabajo, porque no tenía quien más la vea”.

Actualmente, la mayoría de los celulares que ofrece el mercado cuentan con GPS. Los equipos que no lo poseen tienen la capacidad de descargar aplicaciones que funcionan con igual mecanismo. Los padres más afines al uso de las nuevas tecnologías acceden a estos sistemas de manera fácil y rápida, por medio de una clave.

Silvia lo descubrió gracias a los comentarios de padres de otros adolescentes. El resto no fue complicado. Sin que la joven supiera, un técnico amigo de la familia creó una cuenta para el acceso al GPS: “Lo hizo una siesta, mientras ella dormía. ¿Cómo? Hasta ahí no llego”, expresó la mamá.

Si bien es consciente de que el sistema puede ser desactivado, la joven necesitaría la clave que sólo conoce quien activó la cuenta. Se trata de una conexión múltiple a la que tienen acceso también los hermanos de Silvia y amigos de confianza. “Así que no hay forma de no saber, por lo menos, en qué lugar está”, acepta.

Aún así, para mayor garantía, llama a menudo a su hija para chequear que en casa todo esté en orden y que, en la escuela o fuera de ella, no esté en peligro. Ahora que la joven ingresó al secundario hace unos días, el GPS tendrá para Silvia otro nivel de importancia. “A mí me sirve muchísimo que ella tenga un celular de este tipo”, reflejó.

Demanda

Un joven empleado de un local de venta de celulares comentó que suelen explicar a los papás que concurren a comprar un equipo para sus hijos, cómo funciona el GPS. Muchos se muestran interesados en el sistema y su activación; por lo que miran con menos recelo a las nuevas tecnologías.

“Hace dos meses no sabía, ya lo descubrió”

Luego de dos años, Silvia debió explicarle a su hija por qué decidió usar el GPS. Sucede que la adolescente descubrió el sistema de control, aunque no tuvo una mala reacción.

“Le dije la verdad, las razones y lo entendió. Como todos los chicos actualmente, ella va al lado de la tecnología y lo que va descubriendo trato de que lo entiende por las buenas”, manifestó. Para eso, considera fundamental mantener la “paciencia” y un “buen diálogo”.

Monitorear a los jóvenes puede generar controversia en un mundo en el que los chicos quieren cada vez más independencia. Muchos padres sostienen que les gustaría “soltar” más a sus hijos, pero encuentran grandes riesgos.

Cómo funcionan estas aplicaciones

Cada una de las marcas de celulares cuenta con un sistema particular de GPS en los equipos más avanzados. El denominador común entre ellas es que funcionan a través de una cuenta creada por los usuarios. Los que no tienen incorporado el sistema, pero poseen Internet aceptan la descarga de una aplicación para el rastreo.

Según explicaron Gonzalo Soli y Adrián González, el sistema Android —por ejemplo— cuenta con GPS, al que se accede a través del administrador del dispositivo. Esta característica responde a la necesidad de seguridad del equipo, en caso de pérdida o robo.

Existen varios navegadores que permiten el rastreo. Una cuenta de iCloud.com o la app Buscar mi iPhone desde otro dispositivo, brindan la posibilidad de ubicar un iPhone, iPad, iPod touch o Mac en un mapa.

Sin Internet
Maps.Me es una aplicación disponible para equipos Android y Apple y no requiere conexión a Internet. Desde diciembre del 2014 puede descargarse de forma gratuita.
Funciona igual que los GPS tradicionales: los mapas se descargan y se pueden usar en cualquier momento, de manera offline.