Defendiendo “la joda”
Trabajadores dicen defender su fuente de trabajo cuando quizás hasta sin saberlo, comparten junto a los empresarios el pedido a seguir incumpliendo las normas.
El pasado sábado, un grupo de empleados de locales de la calle Balcarce se manifestaron para reclamar "por la incertidumbre acerca de lo que pasará" con la actividad nocturna en el corredor turístico.
Esto a raíz de las más de 20 clausuras que la Subsecretaría de Control Comercial realizó por exceso de capacidad, rubro distorsionado, presencia de menores, venta de bebidas alcohólicas fuera de horario, pasarse del horario permitido, entre otras.
Lo llamativo es que uno de los voceros de la manifestación era José Pascutto, propietario de Coyah, lo que muestra a las claras que lo que piden es “dejen de controlarnos”, y no lo que pretendían disfrazar bajo la supuesta defensa de las fuentes laborales.
La semana pasada publicamos una nota donde decíamos que empleados de boliches eran presionados a “defender su fuente de trabajo”, lo que quedó a las claras: el reclamo era compartido y no pretendía solamente defender los puestos de trabajos sino adherir a los dueños que están molestos con las clausuras, los controles y las reglas impuestas.
No fue solamente la participación del dueño de Coyah, sino la extensa convocatoria por parte de algunos empresarios, y la excitación de voceros de otros, lo que distorsionó la protesta.
Además, decían que son 1500 personas las que ven peligrar sus fuentes de trabajo, cosa poco creíble dado que son 23 clausuras, lo que da como promedio 65 empleados por local, algo totalmente exagerado.
El trabajo de la Subsecretaría de Control Comercial debe continuar hasta que los empresarios entiendan que no pueden hacer lo que quieren y que los boliches, como todas las actividades, tienen normas y parámetros a los cuales deben adecuarse, incluso la diversión.
Fuente: InformateSalta