“Sin tetas no hay paraíso y sin pared no hay ascenso”
Columna de opinión. Por: Gustavo Ruiz.
Deportes02/02/2015Desde lo estrictamente emocional, a Central Norte le salió cara la aventura presidencial de Sabino y compañía. Bajo su conducción el equipo descendió (el mayor responsable es Macaione, pero la actual dirigencia también tiene culpa) y hoy Mitre lo condenó a permanecer un año más en el ante último torneo de la argentina.Sabino estaba cómodo en APROCEN, pero ser angurriento le jugó una mala pasada: a pesar de afirmar varias veces que “no quería ser presidente”, soltó amarras y se largó mar adentro con un cúmulo de promesas que quedaron tristemente en eso: promesas.
Se fue sin siquiera poder levantar lo que hubiese sido la única concreción de un trabajo realizado por otros: la pared que un día derrumbó la tormenta. Realizada con capital del Gobierno, iba a ser presentada como un logro de esta dirigencia, imagino.
Pero ni siquiera eso, ni una tapia pudo hacer. Entonces, si una dirigencia no tiene capacidad de gestión para levantar una tapia, es utópico pensar que está preparada para fabricar un ascenso.
Central Norte es eso: es querer y no poder; es hablar y no realizar; es prometer y no cumplir y es vivir en una nube gaseosa, por no decir que habita en una nube de pedos. De Francesco, devenido ahora en presidente, publica que esta gestión tiene superávit económico, que Central avanza y que el sol se apaga de noche.
Este mismo “presidente” fue el que intentó impedir que Mitre juegue con su público, en una discusión tan chiquita desde lo intelectual que a cualquier mediocre dirigente de un club barrial le daría vergüenza plantearla. Viendo actitudes como estas salta a la vista porque Central Norte vegetará un año más en este torneo.
Siempre dije que esta dirigencia no tiene capacidad para un ascenso. Desde esta ventana, entonces, no considero esta eliminación un fracaso, aunque si me extraña que muchos hombres de prensa, que aseguraban que Central tenía la obligación de ascender, eviten pronunciar la palabra “fracaso”.
Por último, me queda una duda: ¿qué le pasó a este plantel que desaprovechó la oportunidad de clasificar teniendo a su favor dos de tres resultados? A mi me llama la atención porque una cosa es no tener jerarquía futbolera, y otra distinta es que te de lo mismo ganar que perder. De los últimos años, este debe ser el plantel más pecho frío que tuvo Central Norte.
Mitre juntó sus flaquezas y salió de la cancha con el corazón gordo de orgullo. Felicitaciones.
Y nada más. Me gustó ese título de que “sin tetas no hay paraíso”, al que le agregaría, si se me lo permite, que sin “pared no hay ascenso”.
Fuente: Gustavo Ruiz
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