Dos trabajadores de EDESA resultaron con quemaduras

Trabajaban con una línea de media tensión que rompieron accidentalmente en Caseros al 1000. Uno de los trabajadores quedó en estado delicado tras recibir 33.000 voltios de descarga.

Sociedad03/02/2017

Un operario de EDESA quedó en estado delicado luego de recibir una fuerte descarga eléctrica mientras trabaja en una línea de media tensión subterránea en Caseros al 1024, en la capital salteña. El trabajador estaba junto a un compañero de la empresa, quien también fue afectado por el golpe de electricidad, aunque sufrió heridas menores.

El siniestro, que se registró ayer cerca de las 18, ocurrió cuando uno de los empleados habría roto accidentalmente con su pala el cable. Las tareas se realizaban en la vereda de la sede de la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC), donde se había cavado un pozo de grandes dimensiones.

El hecho causó gran conmoción entre los transeúntes y los otros seis obreros de la empresa distribuidora de energía que estaban en el lugar, quienes fueron los que alertaron al 911 sobre el incidente.

La víctima más perjudicada, identificada como Ramón Ramos, fue traslada en ambulancia, en código amarillo, hacia el hospital San Bernardo, mientras que el otro trabajador, Daniel Caliva, fue derivado a la clínica Cenesa con lesiones leves.

Consecuencias

Según indicaron a El Tribuno desde el área de comunicación del San Bernardo, Ramos sufrió quemaduras de consideración y hasta el cierre de esta edición estaba internado en la sala de shock room, donde se estabilizan a los pacientes y se brindan cuidados intensivos.

El impacto de la descarga fue tan fuerte que en el sitio del accidente quedaron tirados los guantes de cuero quemados de uno los operarios. Directivos de Edesa fueron al lugar, pero se manejaron con hermetismo y no quisieron brindar detalles sobre las tareas que realizaban los trabajadores.

Riesgos

Tras la descarga que sufrieron los dos empleados de Edesa, la electricidad se interrumpió en gran parte del centro capitalino y, horas más tarde, fue restablecida. Las condiciones de seguridad con las que trabajaban los operarios serán un tema a analizar por parte de la Aseguradora de Riesgo del Trabajo (ART) y el sindicato que los cubre. Lo cierto es que las tareas que realizaban los expusieron al posible contacto con un cable que transportaba 33 kilovoltios de energía en el momento del siniestro.

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