Detalles del salvaje maltrato sufrido por Thiago y Magalí

La segunda semana de juicio finalizó y momentos tensionantes se vivieron en la sala de Ciudad Judicial. Patricia Sánchez y Marcelo Senise terminaron la semana con una ampliación de acusación por parte del fiscal Pablo Paz. La cámara gesell de uno de los niños y la pericia médica forense fueron claves.

Justicia 31/07/2017

Informe especial de InformateSalta. Las fotos de las lesiones que mataron a Thiago y casi logran el mismo fin con Magalí, ventiladas el jueves en el juicio, hicieron llorar a dos juezas del tribunal. Pero esto no fue todo, ya que los hermanos mayores develaron aún más atrocidades.  A  días que el juicio ingrese en su tramo final, los entretelones del debate no dejan de sorprender al tribunal que lleva adelante el juzgamiento de Patricia Sánchez y Marcelo Senise, los principales acusados por el crimen de Thiago, de 4 años, y la tentativa de homicidio de Magalí de 8, ocurridos el 8 de julio de 2015.

Por estos hechos también están imputadas las psicólogas del gabinete del Ministerio de Derechos Humanos, Lorena Alejandra Recchiuto, Jaqueline Mónica Rosas y Marina del Huerto Vargas, a quienes se le acusa de los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad ideológica en concurso real. También es juzgado el médico, Sergio Alejandro Gonza, a quien se le imputó el  delito de falsedad ideológica, ya que el mismo firmó certificaciones médicas que ocultaron las lesiones con otros diagnósticos, como los de neumonía o bronquitis aguda.

Juicio Thiago

Aunque la situación de estos profesionales respecto al papel que tuvieron en el seguimiento de las víctimas no deja de ser grave, sin dudas, la principal atención está centrada en Sánchez y Senise, la pareja que tenía a las dos víctimas a su cargo en el marco del programa “Familia Cuidadora”. Hasta el momento, ambos acusados decidieron mantenerse en silencio y es muy probable  que sigan en esa postura, ya que a medida que pasan las audiencias su situación se compromete cada vez más, siendo tal vez la jornada más crítica para la pareja el jueves pasado, cuando se mostraron fotografías de las lesiones que sufrieron los pequeños.

La sesión había sido solicitada por los fiscales, Pablo Paz y Ramiro Ramos Ossorio, con la intención de dejar bien en claro los extremos perversos a los  que llegaron los principales acusados, como así también el grado de responsabilidad del resto de los imputados. Lo llamativo fue que antes de iniciarse la secuencia de fotos, seguida de la correspondiente explicación de los médicos forenses, Sánchez y Senise pidieron no estar presentes, a lo que siguieron pedidos similares de los profesionales imputados, de quienes se esperaban se mantengan en sus lugares.

El único de los acusados que no se movió ni hizo ningún además por retirarse fue el médico Gonza. La sesión, como era de esperar, mostró el maltrato cruento y sistemático que llevó a Thiago a la muerte y a su hermana, Magalí, a una internación por varios meses para poder recuperarse. Las fotografías y la clara exposición de los médicos respecto de cada una de las 276 lesiones halladas en el cuerpito de Thiago no tardaron en tener su repercusión, siendo la defensora oficial, Sandra Ortíz y las dos juezas, Gabriela González y Carolina Sanguedolce, las que no pudieron ocultar sus lágrimas por el terrible sufrimiento que debió padecer el pequeño y su hermana.

caso-thiago

Un día antes, el tribunal escuchó a uno de los hermanos mayores de las víctimas, quien relató, a través de una sesión de Cámara Gesell, otras atrocidades que hasta el momento no se conocían con mayores detalles, como el uso de un palo por parte de Sánchez para castigar a Thiago. Asimismo, el adolescente se refirió a otros castigos más crueles que padecían Thiago y Magalí, quienes en muchas ocasiones les tocó dormir en el baño, a veces sin ninguna colcha e incluso sin comer. El relato del menor, obviamente, tuvo un impacto muy fuerte, pues el mismo fue testigo de los padecimientos de Thiago y Magalí.

Sin dudas, el espeluznante relato de este menor se vio claramente reflejado al día siguiente, cuando las fotos de las lesiones comenzaron a ser explicadas por los peritos, quienes no hicieron más que confirmar gran parte del crudo relato de uno de los hermanos de las víctimas. Tanto el testimonio del menor, como las declaraciones de los médicos forenses, como las evidencias, las fotografías de las lesiones, echaron por tierra la coartada defensiva de Sánchez y Senise, quienes aluden de que las víctimas se  autoflagelaban y que la muerte de Thiago fue producto de una bronco aspiración, una hipótesis en la que insiste su abogado defensor, Orfeo Maggio. 

Matar “por placer”

En un escenario más que propicio, la fiscalía no dejó pasar el momento y amplió la acusación penal sobre Sánchez y Senise, contra quien pidió que se sume el agravante establecido en el inciso 4, del artículo 80 del Código Penal, el cual alude al homicidio por placer, por cierto un agravante muy poco frecuente en nuestro país. Esta figura deja a Sánchez y Senise de cara a una pena de prisión perpetua, como así  también coloca al resto de los imputados en una difícil situación, ya que si bien no se suma o se agrava los delitos ya imputados, el margen para tomar distancia de la pena mayor de los mismos, es prácticamente reducido.

La calificación de homicidio por placer sorprendió no sólo a la defensa, sino a la opinión pública, pues se trata de una calificación muy poco frecuente, ya que su sola mención indica un accionar casi imposible de ser contemplado por el común denominador. Al respecto, cabe señalar que el inciso 4 establece como primera variante, la del “placer”, mientras que las restantes aluden a la “codicia”, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión”.

Caso Thiago

La figura de “placer” ingresa al Código Penal en el año 1967, a través de las Ley 15.567, la cual sustituye el término de “impulso de perversidad brutal”, como se hallaba desde el año 1821, siendo esta variante adoptada de la jurisprudencia italiana. La diferencia, entre el “impulso de perversidad brutal” y el “homicidio por placer”, gira en torno a que en el primero de los supuestos, el homicida actúa de manera repentina y, por lo general, lo hace sin motivo, mientras que en el caso del crimen “por placer”, el asesino evidencia un accionar refinado, lento y pausado, despliegue a través del cual busca experimentan una sensación  agradable, un “gozo”.

Obviamente este “placer” es antinatural. Según los juristas, se trata una circunstancia que ciertamente se presenta como algo casi imposible de asimilar por la sociedad, y ubica al crimen más cerca del producto de una alteración mental del asesino. En ese sentido, la jurisprudencia alemana, que ya incorporó esta figura, destaca que la misma tiene un común denominador: el sadismo. Al respecto, cabe señalar que en los reportes psicológicos y psiquiátricos de Sánchez y Senise se menciona esta conducta.

Según el requerimiento de juicio de Sánchez y Senise, ventilado en la audiencia de debate, los acusados “eran plenamente conscientes de su accionar, sabían del riesgo a los que exponían a los niños, sin que, por ello, desistiesen en su accionar, creando un inminente peligro de muerte que subestimaron sin titubeos, puesto que toman al otro como objeto, que puede ser invadido y atravesar la totalidad de sus niveles subjetivos, físico y sexual, correspondiendo a un tipo de goce sádico.”. 

El “Petiso Orejudo” 

La más conocida y que se asemeja a esta figura a nivel nacional, sin dudas, se puede apreciar en la figura de Santos Godino, conocido como el “Petiso Orejudo”, quien tiene en su historial el asesinato de cuatro niños, el intento de homicidio de otros siete y su autoría en otros siete incendios. Cuando  fue detenido, y al ser interrogado por sus crímenes, Godino contestó  simplemente que lo hacía por “placer”.

En noviembre del año 2012, en tanto, la Sala V del Tribunal de Oral de Juicio de La Plata condenó a Diego José Cadícamo a la pena de prisión perpetua por violar a nueve mujeres y asesinar a una de ellas, Sandra Gamboa. Al dictar la condena, y a pedido de la fiscal, Maribel Furnus, calificó el accionar de Cadícamo mediante las figuras de “alevosía”, pues se aprovechó del estado de idenfención de la víctima y por “placer”. Al referirse a este criminal, los peritos dijeron que “mató por placer, no es un accidente, es una escala ascendente del goce perverso que lleva adelante”.

En la historia criminal de Alemania, en tanto, se mencionan otros casos que  llevaron a la legislación penal de dicho país replantearse y modificar la normal legal, entre los que se resalta a criminales como Peter Kürten, denominado el vampiro de Düsserdorf. 

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