A los 41 años busca a su madre biológica, una salteña nacida en Metán

Claudia camina a medias desde hace 15 años, cuando su padre de crianza le confesó que era adoptada. Su caso, lleno de irregularidades, fue tomado por Abuelas Plaza de Mayo. Hoy busca a una mujer que se la tragó la tierra.

Sociedad 26/10/2017

Claudia Etith Bordenave tiene 41 años y sólo posee una foto de una niña que supuestamente es su madre. Hace 15 años que busca reconstruir su historia, su identidad, pero parece ser un rompecabezas difícil de rearmar. Su caso fue tomado por la ONG Abuelas Plaza de Mayo, ya que nació en plena dictadura militar. Teme ser víctima de una mentira.

Cuando tenía nueve años me dijeron que era adoptada, lo hizo mi papá de corazón. Me aseguró que me sacaron de la Casa Cuna de La Plata. Al año siguiente el falleció y allí comenzó mi búsqueda”, contó la mujer a InformateSalta.

Pasaron algunos años hasta que tomó valor y se presentó en el hogar, les dijo quién era y “sacaron un cuaderno rojo, como de escuela, ahí tenían anotados mis datos, dice que mi madre biológica se llama Mirta Beatriz Granero y que ella me nombró como Beatriz Edith Granero. No tenía fecha de nacimiento, solo decía que ingresé en el año 76, en septiembre y tenía aproximadamente seis meses”, dijo.

Beatriz
La única foto que tiene Claudia de su madre. Esta es Beatriz de niña.

En el hogar le dijeron que su expediente estaba en los juzgados de Morón hacia donde viajó pero no tuvo suerte, no se lo mostraron. Solo le entregaron un papel que decía que su supuesta madre nació el 1 de noviembre de 1957 en Metán, Salta y el nombre de sus abuelos. Teresa Angélica Masclef y Pedro Nolasco Granero.

Sin respuestas se contactó con Derechos Humanos quienes la ayudaron a investigar sin muchos resultados. Tras haber nacido en plena dictadura militar, Claudia se acercó hasta la ONG de Abuelas Plaza de Mayo donde contó su historia. “Me hicieron los estudios de ADN pero dieron negativos. De todos modos ellos decidieron tomar mi caso porque tiene muchas irregularidades. En mi partida de nacimiento dice que soy hija legítima de mis padres adoptivos, me explicaron que eso no es una adopción sino una apropiación”.

Tras años de búsquedas sospecha que tal vez fue robaba y la historia que está en los papeles es armada. “Abuelas lograron sacar mi expediente, ahí confirman la fecha y lugar de nacimiento de quien sería mi madre. Dice que tiene dos hermanas y que en el 73 vino a Buenos Aires con mi abuela tras un divorcio”, relató.

Documentos
Uno de los pocos documentos con los que busca su identidad.

Los papeles indican que Beatriz vivía en Castelar y tenía 15 años cuando llegó. Detalla que su madre era empleada doméstica y que por alguna razón no se hacía cargo de la joven hasta que la Policía la detuvo. Allí intervino la justicia y la adolescente quedó institucionalizada en Pelletier hasta que al año siguiente se fugó.

“El informe de la asistente social dice que terminó el colegio y había aprendido corte y confección. Que tenía buena relación con sus compañeras pero que estaba triste porque su mamá no la iba a visitar”.

Tras su fuga le perdieron el rastro hasta el 76, cuando apareció con una bebé, “esa criatura supuestamente soy yo”, al parecer Beatriz le entregó la niña a un vecino Francisco Pérez, con la excusa de ir a hacer unos trámites pero nunca regresó. Esto también ocurrió en Castelar. “El expediente dice que el hombre me cuidó por algunos meses hasta que me entregó a la Policía, la justicia intervino nuevamente y fui llevada al hogar, donde solo estuve 14 días hasta que me adoptaron”, relató.

En su búsqueda un vecino logró encontrar al mejor amigo de ese hombre que supuestamente la cuidó un tiempo y aseguró “que nunca lo vio con una bebé”, lo que dejó más dudas aún.

Claudia hoy
Claudia hoy.

También logró encontrar a sus supuestas tías, “fueron indiferentes, una vive en Metan la otra en Jujuy. Solo me dijeron que desde aquella vez que mi madre se fue a Buenos Aires nunca más supieron de ella. Está desaparecida, se la tragó la tierra”.

Lo último que logró fue contactar a su supuesta abuela, Teresa. “Cuando la vi era muy mayor, me dijo que no sabía nada de su hija hace años “y que nunca supo que haya estado embarazada, aunque si me regalo una foto, lo único que tengo. Después me enteré que había fallecido, mi supuesto abuelo también murió”.

Encontrar el documento de identidad de su supuesta madre parece un imposible, sin embargo no pierde la fe en encontrarla. “Mi vida tiene un vacío a pesar de estar casada y tener un hijo. Hay una parte de mí que necesita una respuesta. No sé de dónde vengo, no sé si Beatriz es realmente mi madre. Me ocultan la verdad, mi identidad. Sueño a mis 41 años con saber de dónde vengo”, finalizó.

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