Fuertes expectativas por los crímenes de Lucas Correa y Mariela López
A medida que corren los días, crece la ansiedad por conocer qué sucedió con ambas víctimas. Si bien por cada hecho hay un detenido, todo indica que en el caso de López el imputado estaría más complicado que el joven detenido por el asesinato de Lucas.
Policiales27/04/2018El resultado de las pesquisa, entendidas éstas como las averiguaciones de los policías de la División Homicidio como las pericias que se realizan en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), se presentan como claves para el esclarecimiento de ambos crímenes.
No obstante, todo indica que en el asesinato de Lucas Correa habría mayor incertidumbre respecto a qué fue lo que sucedió con el joven estudiante de Comunicaciones Sociales de la Universidad Nacional de Salta, tanto en torno al responsable del crimen como así también respecto a los pormenores del homicidio en sí mismo.
En cuanto a la muerte de Mariela López, la profesora de Aerobics de 45 años, las pruebas con las que cuenta el fiscal, Rodrigo González Miralpeix, parecen ser más contundentes respecto a la responsabilidad de Cristián Balcarce, el paramédico de 40 años, pareja de la víctima e imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y violencia de género.
Sin embargo, aún resta establecer ciertos detalles, entre ellos y el más principal, es la identidad de los restos hallados en la localidad de Lumbreras, en el sur de la provincia, una tarea netamente técnica y, dada su complejidad, exige tiempo a fin de poder obtener la certeza que se requiere.
Esta prueba, probablemente, sea simplemente el eslabón que le resta al fiscal para cerrar un cerco que, por los trascendidos, tienen a Balcarce -un hombre con antecedentes de violencia de género en perjuicio de la víctima- seriamente comprometido.
Distinta, al menos por ahora, es la situación de Jeremías Josué Salvatierra, el joven carrilense de 19 años detenido e imputado por el delito de “homicidio criminis causa” en perjuicio de Lucas Correa, calificación que traducida significa matar para ocultar otro delito, en este caso el robo de pertenencias del joven estudiante.
Ambos delitos, tanto el imputado a Balcarce como el achacado a Salvatierra, tienen un punto de encuentro: la pena de prisión perpetua. Una posible condena que no es nada menor y, dada su gravedad, exige suficientes elementos de prueba para ser impuesta.
Si bien entre las pruebas hasta ahora reunidas, surgieron indicios firmes que colocan a víctima y victimario en un mismo escenario, aún resta conocer una parte esencial de este fatal desenlace, como lo es el momento del crimen y el móvil del mismo, algo de lo cual Salvatierra aseguró estar muy distante.