Enfrentarse al mundo solos: El drama de los chicos sin cuidados parentales

Según cifras oficiales hoy el 27% de los chicos que crecen en hogares, egresa del sistema al cumplir los 18 años, sin haber sido adoptado; mientras que 3 de cada 10 chicos viven o vivieron en la calle.

Sociedad21/07/2018
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"Casi todos los chicos quieren cumplir los 18 años, irse de su casa y vivir sin que nadie les diga qué hacer. A mí me pasó todo lo contrario". Quien habla es Tatiana Lustig, que creció en un hogar en Villa Ortúzar y que cuando cumplió la mayoría de edad tuvo que dejar ese espacio en el que había pasado la mayor parte de su adolescencia y salir a buscar un destino propio.

Ese día supo que sus días junto a esa familia que había formado en el hogar estaban contados. Lo que siguió fue un derrotero de intentar, de buscar, de tratar. De fracasar y frustrarse algunas veces y de conseguir lo que se había propuesto muchas otras. Hoy Tatiana tiene 24 años, trabaja dando soporte técnico en un banco y está estudiando trabajo social en la UBA. Su historia refleja sólo en parte la realidad de muchos chicos: según cifras oficiales hoy el 27% de los chicos que crecen en hogares, egresa del sistema al cumplir los 18 años, sin haber sido adoptado. Y sólo el 7% se va con una nueva familia.

El informe publicado por Evangelina Himitian en La Nación demuestra que no tener el cuidado de una familia es sólo una parte de la dura vida de estos chicos. La otra parte es el drama de tener que abrirse paso solos a una edad en la que la mayoría de los adolescentes que crece en una familia tampoco puede costearse ni afrontar una vida independiente.

"Mi historia refleja sólo una parte de esa realidad. Porque yo pude hacerme un lugar. Tengo donde vivir, estoy estudiando. Pero la mayoría cuando sale del hogar queda sin red y muchos viven en la calle y no tienen ninguna chance de nada", agrega.

Tatiana es parte de un grupo de jóvenes que integra el programa Guía de Egreso de la Fundación Doncel, que trabaja en el fortalecimiento de los chicos que salen de un hogar de cuidado alternativos, a proyectar su vida después.

La historia de David

David Paredes tiene 28 años y está cursando el primer año de abogacía. Su historia también fue publicada por La Nación. El también creció en un hogar. "Nuestra realidad no es la de todos. Lamentablemente somos hijos de las circunstancias en la que crecemos. De la familia en la que nacimos, del hogar en el que fuimos a parar, de la buena voluntad de las personas con las que nos encontramos cuando intentamos hacernos un camino. Las oportunidades deberían ser más igualitarias", dice.

El relevamiento de Doncel arroja datos que duelen. Tres de cada 10 chicos que egresaron de hogares viven o vivieron en algún momento en la calle. Actualmente, el 31% vive en situaciones habitacionales precarias: en hoteles, pensiones, paradores y hogares de tránsito. Además, el 46% está desempleado (no trabaja y está buscando trabajo en la actualidad). Sólo el 34% tenía trabajo al momento del egreso. Pero no sólo eso: lo que ganan los que tienen trabajo, tampoco les alcanza: más de la mitad de los que sí tienen trabajo dijo que el dinero no le alcanza nunca o casi nunca para pagar todos sus gastos a lo largo del mes.

"Estamos solos contra el afuera", definió una de las jóvenes entrevistadas y a quienes impulsaron la encuesta les pareció la mejor frase para sintetizar cómo se siente un chico sin familia cuando, al cumplir los 18 años le comunican que ya no lo van a adoptar y que se tienen que ir. "La mayoría enfrenta ese proceso sin preparación suficiente y sin ningún apoyo económico ni emocional, generando así situaciones de vulnerabilidad extrema", dice el estudio. 

El 45% de los jóvenes que vivieron su infancia y adolescencia en instituciones de cuidad en la Ciudad de Buenos Aires no terminó la educación obligatoria y no está estudiando actualmente. Sin embargo, 9 de cada 10 chicos dijo que le gustaría continuar sus estudios.

El año pasado, los mismos chicos que participan del programa de la Guía de Egreso impulsaron una ley que se votó en el Congreso y que falta que se reglamente para que empiece a cumplirse: Esta ley equipara las obligaciones del Estado con respecto a los chicos sin cuidados parentales a las que se les exigen a los padres a partir de la reforma del Código Civil. 

Entre otras cosas, se establece que el Estado debe acompañar a los chicos que egresan del sistema de cuidados: asegurarles, mediante una asignación económica, que puedan alquilar una vivienda en estos años en que construyen su independencia: entre los 18 años y los 21. Y hasta los 25 si es que están estudiando. Además, crea la figura del referente. Una persona o institución que debe registrarse y capacitarse para apoyar y acompañar a los jóvenes egresados en su inserción en el mundo adulto e independiente.

Todavía la ley no está en vigencia. La ciudad de Buenos Aires y algunos municipios tienen programas de autovalimiento, que brindan acompañamiento un tiempo antes y un tiempo después, hasta que puedan organizar su nueva vida. Pero sólo el 7% de los chicos que egresan tiene un proyecto propio de vida al salir según datos oficiales. La gran mayoría, en cambio, debe dejar el instituto en el que creció y enfrentar por sus propios medios el mundo adulto. 

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