Una mujer denunció el mal cobro de una fotomulta

Una conductora recibió dos fotomultas por mal estacionamiento con imágenes repetidas y direcciones diferentes. No sería el primer caso, aunque dicen que fue un error del dispositivo, ya solucionado.

Municipal 04/09/2014

"Me quisieron cobrar una multa dos veces y no quiero que las cosas queden como si nada". Con estas palabras una conductora, que pidió mantener en reserva sus datos personales, empezó a exponer su caso a El Tribuno. La joven profesional, que vive en el barrio Universitario, hizo anular en el Tribunal de Faltas una multa digital que pretendían cobrarle con las fotos de una infracción anterior que ya había pagado.

El 15 de octubre de 2013 ella había dejado mal estacionado su automóvil en Santiago del Estero al 200 y tres meses después, en enero de 2014, recibió en su domicilio un acta de infracción labrada desde un móvil de Tránsito con imágenes de prueba tomadas con una tablet. El 24 de febrero, poco antes del vencimiento del plazo para el pago voluntario, canceló la falta de $499 al 50% de su valor, más recargos administrativos que elevaron el importe final a $279.

Semanas después, la vecina de la zona norte volvió al Tribunal de Faltas, esta vez para reclamar la inmediata anulación de otra fotomulta que llegó a su casa con las imágenes que habían sido tomadas a su vehículo en Santiago del Estero al 200. Esta vez, sin embargo, el acta aludía a un supuesto estacionamiento indebido del mismo automóvil, pero en Mitre al 200 y con otros datos falsos.

En el escrito con que reclamó la "inmediata anulación de la multa", la conductora pidió al presidente del Tribunal de Faltas, Ricardo Nuñez, que "se sancione a los responsables" de la irregularidad que le causó "gastos innecesarios y pérdida de tiempo".

No es el primer caso denunciado. En marzo último, por el Comité de Defensa del Consumidor (Codelco) se conoció que otro conductor de la capital salteña, Horacio Juárez, recibió en su casa dos multas, por supuestos estacionamiento indebidos en dos lugares diferentes del casco céntrico, pero con las fotos repetidas.

Ante aquella denuncia pública, el presidente del Tribunal de Faltas sostuvo que se trató de "un error de dispositivo" aislado y que ya se habían elevado los reclamos a la Universidad Tecnológica de Tucumán para su solución inmediata.

El nuevo caso no sólo reabre los cuestionamientos al sistema, sino que acrecienta las dudas sobre su confiabilidad. 

Los cinenómetros

Un automovilista se olvida de encender las luces bajas, pasa por los cinemómetros de la avenida Bolivia y el descuido le cuesta 700 pesos. Una vecina de la zona norte, a la que se le quemó una lámpara 15 minutos antes, pasa por los mismos radares y pierde, solo por su mala suerte, el 10% del sueldo del mes.

Un estudiante de San Luis cruza los cinemómetros de la avenida Banchik a baja velocidad, pero advierte, demasiado tarde, que confundió las luces de posición con las bajas. El error le cuesta casi el presupuesto de gastos de todo el mes. En la misma avenida, que lleva al aeropuerto, una mujer que pierde el avión atraviesa las cámaras a 67 kilómetros por hora. Salva por poco los costosos pasajes aéreos a Buenos Aires, pero su apuro le cuesta 1.000 pesos. 

Otros que son algo más despiertos y mucho menos responsables, conducen a más de 100 kilómetros por hora, pero cincuenta metros antes de los cinemómetros aminoran la marcha y treinta metros después vuelven a pisar el acelerador a fondo ¿A esos quién los sanciona? Parece que nadie, porque a toda horas se los ve transitar por diferentes arterias a velocidades criminales.
 
En la avenida Bolivia, los cinemómetros los instalaron pasando la Ciudad Judicial, camino a Vaqueros ¿Los habrán puesto ahí y no antes del acceso a los tribunales par evitar multar a jueces, fiscales y abogados que tienen el pie pesado?

Fuente: Diario El Tribuno

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