“Llegar al momento en que no necesitemos tantos juzgados de violencia es una meta”

Sandra Bonari, una de las mujeres que integra la Corte de Justicia de Salta hizo un balance sobre el tratamiento de los miles de casos de violencia de género que llegan a los juzgados provinciales.

Justicia11/03/2019

En el marco de la emergencia que rige desde 2014 en Salta por los femicidios y las agresiones hacia las mujeres, la magistrada, Sandra Bonari,  consideró que hay tratamientos para hombres violentos que pueden resultar efectivos para que no reincidan. 

Consultada sobre el balance que se puede hacer de lo que pasó en los últimos cuatro años en materia de políticas oficiales, dijo que el problema “no se puede erradicar de un día para el otro” porque es resultado de siglos de Estado patriarcal dijo a El Tribuno.

El 8 de marzo se conoció el llamado a selección de nuevo juez de Violencia Familiar y de Género para Joaquín V. González, donde la cantidad de casos es preocupante. "Aplaudo la iniciativa del gobernador Juan  Manuel Urtubey  de enviar al Consejo de la Magistratura un pedido de selección de postulantes para este cargo porque el tema de la violencia familiar y de género va creciendo".

“Cuando esto se inicia, en la primigenia ley, hablábamos de violencia doméstica. No estaba distinguida la violencia familiar de la violencia de género. Hay una diferencia fundamental, que por ahí mucha gente no conoce o tiene en cuenta”.

poder judicial salta

“La violencia familiar abarca no solo a las mujeres sino a todas las personas que pueden ser objeto de cualquier tipo de violencia familiar, como una persona mayor o un hombre. Hay índices progresivos de violencia con personas adultas, con personas de la tercera edad. No estoy hablando de esta provincia sino de índices mundiales”, explicó.

Sobre este tema dijo que no se va a erradicar de un día para el otro. La violencia es resultado de siglos de un Estado patriarcal, de un mundo patriarcal, no se puede eliminar de un día para el otro. Son diversas medidas que hay que tomar en todos los órdenes y, sobre todo, culturalmente. El Poder Judicial ha trabajado muy en conjunto con el resto de los poderes mancomunadamente, como debe hacerse.

El Poder Judicial trascendió su cometido constitucional porque, más allá de sancionar los hechos ya ocurridos, ha comenzado a actuar sobre la prevención. La Justicia ha salido a las escuelas y a la sociedad toda a hablar de la violencia. Hemos establecido oficinas, en lo que es capital, en el Polo Integral de las Mujeres. Hemos articulado convenios con programas como el Priho (Programa de Intervención a Hombres) para el tratamiento de los hombres violentos.

violencia mujer

El programa establecido por el Gobierno de la Provincia es el Priho. Las psicólogas determinan qué hombres pueden acceder a este programa, no cualquiera está en condiciones ni es candidato. De este modo, se lo hacen saber a los juzgados de violencia, que mandan los datos a la gente del Poder Ejecutivo, que está trabajando con equipos interdisciplinarios en ello. Es un muy bueno porque existe la posibilidad de que estos estallidos y esa agresión no vuelvan a ocurrir después del tratamiento.

Esa una de las cuestiones. Además, el Poder Judicial ha sido pionero en las oficinas de violencia familiar y de género. Se han abierto sedes en los Poderes Judiciales de Orán, Tartagal y Metán. 

Es mucho el trabajo indudablemente. No sé si por hechos nuevos o porque ahora las mujeres se animan a acceder a la Justicia. Muchas veces, muchas denuncias no relatan hechos de hoy sino hechos que llevan años y que no se atrevieron a denunciar.

"Mi pensamiento, y es muy personal, es que ojalá alguna vez se pudiera hacer como se hizo en España y que los juzgados de violencia den no solo las medidas cautelares urgentes en los hechos de violencia sino que, además, ataquen la causa del problema".

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