Mundial de básquet: Argentina vs. España, la gran final

El partido que cerrará el Mundial de China se disputará este domingo en Pekín desde las 9 (hora de la Argentina).

Deportes 13/09/2019
argentina basquet

La Selección Argentina de básquet buscará inscribir en la historia del deporte una nueva generación de notables este domingo cuando, desde las 9 (por la TV Pública, TyC Sports y DeporTV), se mida ante España en la gran final del Mundial de China que se disputará en el Wukesong Sport Center de Beijing. Ambos equipos llegan en calidad de invictos, con siete triunfos consecutivos respectivamente y con un buen número de batacazos para cada uno.

Por el lado de los dirigidos por Sergio Hernández, el partido bisagra fue ante la favorita Serbia en cuartos de final (97-87), de la mano de una gran exhibición colectiva y unos gigantes Facundo Campazzo (18 puntos y 12 asistencias) y Facundo Garino (15 puntos y la responsabilidad de contener al estelar Bogdan Bognadovic). Luego vendría Francia, verdugo de Estados Unidos, que sucumbió a la defensa albiceleste (80-66) y ante un épico Luis Scola, con 28 puntos y 13 rebotes.

 Mientras que por los comandados por Sergio Scariolo, la hora de la verdad llegó en el quinto partido de las fase de grupos, cuando se impuso ante la por entonces invicta Serbia (81-69), un triunfo que le sirvió para evitar el lado de la llave donde aparecía la finalmente no tan indeseable Estados Unidos. En cuartos, fue 90-78 ante Polonia, y en semis, laborioso 95-88 sobre Australia en doble tiempo extra.

"Somos dos equipos buenos, con oficio, ganadores, que se conocen muchísimo, y me parece que ya no hay duda de que el partido es para cualquiera de los dos. No hay candidatos. España no va a querer correr con nosotros. Creo que van a querer jugar más estacionados, y tendremos que seguir insistiendo con la agresividad, la velocidad y la dinámica", analizó Hernández tras el último entrenamiento. Y razón no le falta.

A partir de una intensidad defensiva pocas veces vista, Argentina ha sido una verdadera amenaza para sus rivales a la hora de recuperar el balón y lanzarse en carrera. En lo que va de Mundial, promedia 12,1 puntos de contragolpe (contra 6,7 de sus contendientes) y 22,1 puntos a partir de pérdidas rivales (contra 12,4).

La voracidad defensiva nacional se traduce también en un promedio de anotación rival de 70,9 puntos (contra 87,6 argentinos). Si se tiene en cuenta el andar de sus adversarios en el torneo, la conclusión es que Argentina les permite anotar 11 puntos menos que en sus otros duelos. En el caso de Serbia (96 puntos por juego) y Francia (89), esa cifra fue de 9 por los primeros y de unos inverosímiles 23 para los segundos.

Además, Argentina les provoca a sus rivales 2,8 pérdidas más que lo habitual y disminuye sus asistencias en 3,5. Mientras que en los rebotes, histórica falencia albiceleste, la batalla está casi empatada (39 a favor contra 39,1 en contra): todo un logro. En el porcentaje de tiro, por su parte, los números rivales van en picada a la hora de verse las caras con Campazzo, Garino, Delía y cía: de 53% en dobles bajan a 45%, y de 36% en triples van a 27%.

Con estas cartas, Argentina tendrá su tercera oportunidad para levantar el Trofeo Naismith, tras el éxito de Buenos Aires 1950 y el subcampeonato de Indianápolis 2002. Enfrente, no la tendrá nada fácil. "Estamos bastante ocupados todo el día dándole vueltas un poquito y, cuanto más los vemos, más sube nuestra sensación de que va a ser un partido muy, muy complicado", opinó Scariolo, DT de esta España que tendrá a varios miembros de su histórica Generación Plateada (segundo puesto olímpico en Londres 2012), como Ricky Rubio, Marc Gasol y Rudy Fernández.

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