Se vienen grandes cambios y una reestructuración en las fiscalías penales

Con la jura, hoy al mediodía, de dos nuevos fiscales penales, y ante la demanda de mayores resultados en determinadas áreas, la Procuración General prepara una nueva grilla, que generó muchas sorpresas en el Ministerio Público. Pablo Rivero sería el fiscal penal a cargo del CIF.

Justicia 16/12/2019
Abel Cornejo
Abel Cornejo

Aunque todavía no se anunció oficialmente, fuentes ligadas a la Procuración General en la ciudad judicial, adelantaron que se viene una nueva “movida” de fiscales, lo que ya generó un clima de incertidumbre entre los representantes del Ministerio Público.

Los cambios responderían al mal humor que habría en el despacho del jefe de los fiscales, Abel Cornejo, quien la semana pasada habría diagramado ya los traslados de los fiscales y espera anunciarlos esta semana. No obstante, Informatesalta pudo conocer algunos de los cambios que se vienen.

Una de las áreas que estrenará fiscal es el Cuerpo de Investigaciones Fiscales, y para ello se requirió varias reuniones, sobre todo con diputados, pues en el Senado todo fue más fácil.

Para este puesto, Cornejo se habría decidido por Pablo Rivero, quien en junio pasado fue desplazado de la Unidad de Grave Atentados contra las Personas tras un fuerte cruce con el mismo procurador, quien insistió en avanzar con el caso Jimena Salas e imputar al viudo, Nicolás Cajal, volvería al ruedo.

Rivero se negó a tal pretensión y por ello fue a parar a la Fiscalía Penal de General Güemes, no obstante recuperó la gracia de Cornejo y fue regresado a la ciudad, pero en la Unidad contra Robos y Hurtos, aunque ahora sería designado como el fiscal penal a cargo del CIF.

Intocables

Por otra parte, una de las fiscales que hasta el momento parecían intocables en la nueva administración, sería removida. Se trata de la fiscal penal de Delitos Económicos Complejos, María Eugenia Guzmán, quien sería enviada a General Güemes, o bien, a alguna fiscalía de Violencia de Género.

Su colega la fiscal Mónica Poma, esposa del fiscal Horacio Córdoba Mazuranic, en tanto, también tendría las horas contadas en la fiscalía de calle Santiago del Estero al 600. El destino de esta funcionaria, que llevó adelante varias causas contra ex funcionario públicos, por ahora es incierto.

Algunos señalan que en caso de que Guzmán se quede en alguna fiscalía de Género, entonces Poma, terminaría en General Güemes, o viceversa, según el grado de influencias que puedan ejercer cada una para no terminar alejadas de la capital.

Lo que si estaría ya definido es que esa fiscalía, ahora convertida en un área clave para los entendidos, estaría por ser entregada al fiscal, Federico Jovanovics, unos de los nuevos alfiles del procurador.

Otras unidades

La Unidad Fiscal contra Robos y Hurtos, en tanto, quedaría en manos del flamante fiscal Leandro Flores, cuya jura está programada para hoy al mediodía. La Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad, a cargo del fiscal, Santiago López Soto, podría ser otras de las que aparecen como posible blanco de recambio.

En realidad, López Soto, muy cercano al ex procurador, trata de pasar lo más desapercibido posible, algo que no pudieron hacer otros como los fiscales estrellas del GAP, Pablo Paz, Ramiro Ramos Ossorio y Silvia Triverio, ex directora del CIF.

A propósito, esta unidad, según dicen, no tendría nada contento a Cornejo, quien desea cerrar el año con algún gran anuncio.

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