Asesinato en Vaqueros: ¿Quién era Jimena Salas?

Se conoció con Nicolás Cajal en 2010 iniciaron una relación, cuatro años después tuvieron a sus hijas y se mudaron a Vaqueros tras conseguir un crédito ProCreAr. Al momento de su muerte se había decidido a retomar algunos proyectos personales.

Justicia 26/01/2020 Informe Especial

Como en toda relación de pareja, no todo fue color de rosa entre Jimena Salas y Nicolás Cajal. La pareja, según lo declarado por el viudo, comenzó a convivir desde fines de 2010. Tras cuatro años en busca de hijos, las dos nenas llegaron en 2014 mediante un proceso de fertilización in vitro.

En 2015, la pareja, con un crédito Procrear, construyó su casa en el barrio San Nicolás, en la localidad de Vaqueros. Pese a que todo parecía encajar, Jimena no estaba muy bien, pues una de las pequeñas presentó un cuadro de autismo, lo que generó en su vida una preocupación constante.

Cajal Gauffin sostuvo que la familia se mantenía con sus ingresos como gerente zonal de Salta y Jujuy, de la firma Garbarino. Jimena, en tanto, se dedicaba de llena a la casa y sus hijas, aunque de vez en cuando solía escribir cuentos de eróticos, entre otros géneros literarios.

Como lo declaró la niñera, Cajal Gauffin afirmó que la relación con Jimena era muy buena, no había problemas de celos entre ellos ni tampoco problemas con otros familiares. Dijo que solían hablar muchos, en especial de sus hijas y de otros proyectos que tenían en mente.

 




Proyectos 

Meses antes de la tragedia, Jimena se había decidido a retomar algunos proyectos personales. Uno de ellos, confirmado por su pareja y su psicóloga, consistía en retomar sus estudios universitarios. Estaba decidida a completar la tesis de su carrera de Comunicaciones Sociales.

También había resuelto aprender a nadar, por lo que acudía semanalmente al natatorio de calle 25 de Mayo. Otra de sus metas consistía en aprender a conducir, como así también resolvió someterse a terapia psicológica, la que comenzó casualmente en enero de 2017.

Jimena quería ampliar sus relaciones sociales. Su niñera había declarado que a la casa no llegaban amigos y que su patrona ocupaba su tiempo con las tareas del hogar. Le daba mucha importancia a las cosas que hacían sus hijas. Sus expresiones artísticas se hallaban estampadas en las paredes principales de la vivienda, como así también en las redes sociales.

Al margen de ello, Jimena quería tener un trabajo, retomar también su participación en un taller literario y profundizar su contacto con sus sentimientos y emociones. Buscaba su aura a través de la lectura de libros como Feng Shui, entre otros. Otros testigos, la describieron como una mujer jovial y con mucho interés por vivir su vida, la que perdió en apenas minutos a manos de dos asesinos aún prófugos de la justicia.


Todo aquello quedó frustado el miércoles 27 de enero de 2017 cuando fue brutalmente asesinada en el interior de casa en Vaqueros cuando se encontraba con sus dos hijas.


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