Denuncian especulaciones con la garrafa social

El 30 de abril vence el convenio que regula su precio y fija los subsidios. Las empresas piden una mejora.

Sociedad 24/04/2014

En casi todos los barrios de la ciudad el panorama con respecto a la garrafa solidaria es similar: largas colas y mucha gente volviendo al hogar con las manos vacías.

Los vecinos de Salta no pueden acceder a una garrafa solidaria porque no se está cumpliendo con el cupo estipulado por la Secretaría de Energía de la Nación y se reparten menos envases por día de los que se deberían.

El problema de la escasez deriva de varias causas. La primera, y la más importante, es que el 30 de abril vence el convenio firmado entre la Secretaría de Energía de la Nación y las empresas productoras, fraccionadoras y distribuidora de gas licuado de petróleo (GLP). Las últimas piden una suba en los subsidios y aumento del precio de la garrafa. El Gobierno nacional analiza elevar el valor de la de 10 kilos a $50, el triple del precio actual.

Ante este escenario, las empresas están enviando GLP por debajo del cupo que le corresponde a cada provincia, especulando con este posible aumento; por otro lado, la falta de gas es una manera de presionar al Gobierno a mejorar las condiciones de comercialización.

El segundo motivo de la escasez es que en Salta solo hay 3 empresas distribuidoras: YPF, Shell, TotalGas, y una fraccionadora de GLP, Rho, pero en total son 9 las autorizadas para operar en la provincia; de ellas, 5 no están cumpliendo con el contrato.

Otro motivo que propicia la falta de garrafa solidaria es que las empresas prefieren venderla al precio comercial antes que al solidario (una garrafa de 10 kilos puede conseguirse en el mercado a $80). Esto está permitido por la ley 26.020, que regula el abastecimiento, el precio de referencia y la distribución del GLP. La misma dice que la garrafa a precio subsidiado puede venderse solo en las bocas de expendio autorizadas y no en el sistema de reparto a domicilio (ésta no recibe la compensación, pero sigue siendo conveniente).

La garrafa comercial es tres o cuatro veces más cara que la social.
 La situación de escasez, sumada a la diferencia de precios, genera preocupación entre los vecinos, lo que ha derivado en inconvenientes y disturbios en distintos barrio de la ciudad.

En Solís Pizarro y barrio Mosconi la gente pasa la noche en vela para acceder al gas y en las bocas de expendio reparten números entre los que se quedaron fuera, para darles prioridad al día siguiente.
Lo cierto es que hay personas que hace semanas no pueden acceder a una garrafa.

Los cupos

En la ley vigente no está establecida la manera de estipular el cupo en tonelada de gas que le corresponde a cada provincia. Esto se presta a que sea repartido discrecionalmente y según intereses políticos.

En Salta la provisión siempre fue insuficiente. En 2009 eran 12 mil toneladas las que se destinaban, cantidad que fue aumentando con los años, y en 2013 se repartieron 14.300 toneladas. En enero y febrero de este año se repartieron 197 mil kilos, cuando en 2013, en el mismo período, fueron 233 mil. Esta diferencia se ve reflejada en las colas de los vecinos que buscan poder comprar una garrafa.

Ante esta situación los vecinos de los diferentes barrios acuden a sistemas alternativos, caros y peligrosos para poder cocinar. La leña y el carbón son los más usados, generando gastos extras, ya que cada bolsa está costando $8 pesos y se utiliza al menos una por comida. Además del peligro que implica la manipulación del fuego, pudiendo ocasionar quemaduras, o hasta incendios.

Fuente: Diario El Tribuno

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