Unión se hizo fuerte en Ecuador y sacó boleto a octavos de final

Unión de Santa Fe venció hoy 2-1 a Emelec en Ecuador, tras la derrota por el mismo resultado de la semana pasada en el estadio 15 de Abril, y clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana por haber convertido más goles en condición de visitante.

Javier Cabrera y Fernando Márquez, este último de penal, convirtieron para el ganador. Facundo Barcelo había empatado transitoriamente para el local.

Los de Juan Azconzábal salieron decididos a remontar el resultado global, pero les costaba ser lo suficientemente profundos para generar peligro. Recién a los 20 minutos, tras una buena jugada colectiva, Claudio Corvalán llegó hasta el fondo por izquierda y envió un centro bajo que Oscar Baguí despejó a medias, pero el balón quedó servido para el remate de Cabrera, que se desvió en el mismo defensor ecuatoriano y se metió para la apertura del marcador.

El local tan solo inquietó con un remate de Facundo Barcelo que logró despejar Sebastián Moyano a los 34.

Cerca del final de la primera etapa, a los 42, Franco Troyansky quedó mano a mano con Pedro Ortiz y definió, pero el arquero logró desviar apenas el balón para que golpeara contra el poste derecho y saliera.

A los 8 minutos del segundo período, Ezequiel Cañete y Gabriel Carabajal, consecutivamente, estuvieron cerca de marcar el gol de la clasificación, pero el primero desvió por poco su remate y el segundo definió débil hacia donde estaba bien parado Ortiz.

Cuatro minutos más tarde, Cañete remató con todo el arco a su disposición, pero Aníbal Leguizamón salvó milagrosamente con su cabeza.

Como reza la vieja máxima, cuando uno no concreta sus chances, termina lamentándolo en el arco propio. Y eso pasó a los 16, porque Moyano tapó de manera espectacular un disparo de Joao Rojas, pero Barcelo facturó tras el rebote del arquero tatengue.

A los 28 minutos, el ingresado Wilmer Godoy cayó en su área e inocentemente tocó la pelota con la mano, por lo que el árbitro chileno Ángelo Hermosilla sancionó penal. Dos minutos más tarde, Márquez, otro ingresado, lo convirtió en el gol de la clasificación con una definición sutil.

De ahí hasta el final, todo fue aguantar el resultado en medio de un clima caldeado por la desesperación de los locales, que de todos modos no lograron siquiera volver a inquietar a Moyano.