La última expareja que se le conoció a Diego Armando Maradona, Rocío Oliva, no pudo ingresar a la Casa Rosada para despedir al astro.
“Me dijeron que venga a las siete de la mañana, cuando entre toda la gente, me mandaron a hacer la fila como a todos”, declaró Oliva luego de haber esperado en la puerta de la casa de Gobierno más de 20 minutos.
“Dicen que Claudia (Villafañe) no quiere que entre y ella dice que no tiene nada que ver”, agregó Oliva, quien aseguró no tener idea de por qué no fue incluida en la lista de personas con la entrada permitida.
“No tengo idea, yo no jodo a nadie, no sé por qué”, dijo. “Me quiero despedir. Todo el mundo pasa menos yo”, explicó llorando.
“Me duele que no me dejen entrar, no dejándome entrar también le hacen daño a Diego”, lamentó Oliva. “Soy la ultima mujer de Diego, nadie lo entiende, fui la única mujer que Diego quería ver. Toda la maldad que hacen, se paga”.
Oliva, de 30 años de edad, confirmó que en los últimos días no pudo hablar con Maradona, después de que lo trasladaran a la casa donde finalmente murió de un paro cardiorrespiratorio este miércoles al mediodía, un par de semanas después de que lo operaran por un hematoma subdural.