Desde 2016, cada 30 de noviembre, se festeja el Día Nacional del Mate en honor al caudillo Andrés Guacurarí y Artigas, más conocido como “Andresito”.
El mate es algo más que lo simbólico del pueblo argentino, es una costumbre que nos conecta, que trasciende lugares, edades y estratos sociales. Nos vincula con nuestras emociones, nos acerca a quienes tenemos lejos y nos ofrece disfrutar de un momento con quien está cerca. En simples palabras, nos genera felicidad.
Es interesante recordar, también, que la palabra mate nace del vocablo quechua 'matí', y significa calabaza, ya que históricamente era el recipiente y material donde más se tomaba. En tanto la bombilla se denominaba tacuarí y era simplemente una cañita ahuecada. Las formas de disfrutar el mate se fueron modificando con el tiempo, pero lo que se mantiene intacto es la costumbre de disfrutar esta bebida tan representativa de nuestro país.
El mate es la bebida nacional elegida en el 90% de los hogares argentinos ya que se consumen más litros de mate que de agua por persona. Es un alimento muy completo por sus beneficios como protector de enfermedades metabólicas y degenerativas de la salud humana, por sus propiedades antioxidantes y energizantes que aportan su gran cantidad de polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y xantinas.
¿Qué significa el mate para nosotros? ¿Cómo describirías al mate en una palabra?
El mate reúne infinitas razones para elegirlo. Porque el mate nos acompaña en cada momento, aun cuando debemos cambiar hábitos, moda, planes y hasta de prioridades. El mate nos conecta con nuestros afectos, nuestros mejores recuerdos, risas, charlas, silencios, con las personas que vemos a diario y también las que más extrañamos. En este tiempo, aprendimos a disfrutarlo de otra manera, cada uno con su mate, pero con las mismas ganas de compartir que siempre.