Las vísperas de los festejos de Noche Buena se viven de manera turbulenta en la city salteña. Muchos son los que dejaron las compras navideñas para último momento, ocasionando así las clásicas aglomeraciones que ocurren en esta época.
A diferencia de otros años, estas fiestas llegan en un contexto donde los protocolos que dejó la pandemia contemplan el distanciamiento social. Sin embargo las postales que deja Salta demuestran todo lo contrario.
Ante el desborde de manteros, sus roces con los comerciantes y la gran concurrencia de gente al centro, el secretario de Ambiente y Servicios Públicos, Aroldo Tonini se dirigió a las peatonales céntricas para verificar la situación.
“Estamos ante el desborde de gente que implican las fiestas: las peatonales están llenas, los locales vendiendo y estamos tratando que los manteros no ocupen las calles principales”, expresó el funcionario municipal añadiendo: “es una tarea es ardua, tenemos 19 equipos de inspectores que resultan insuficientes para tratar de poner orden a la venta ambulante”.
“El operativo es continuo, se secuestra la mercadería, se labra la multa pero luego vuelven con sus mantas. Muchos manteros cumplen con lo acordado y no están entrando a las peatonales hasta luego de las 21 hs”
Según calcula Tonini, antes de dialogar con el sector, había un promedio de entre 800 y 1000 manteros que peleaban por un lugar en el centro. Ahora estima que no superan los 60.
Más allá de los controles, y ante el aluvión de gente y ambulantes, el secretario explicó que buscarán trasladar a los vendedores durante estas fechas cruciales.
“Por hoy y mañana les vamos a facilitar que se trasladen a plaza Francia y Plaza Colón, sobre el Parque San Martín, para contribuir a que despejemos las áreas del microcentro”, concluyó.
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