Pese a que las fiestas de fin de año tendrían que haber sido un momento de unión y reencuentro, nada de eso pasó en la localidad de El Quebrachal, donde un festejo multitudinario e irregular en el marco de la pandemia terminó a las piñas, patadas y en la debacle total.
Las imágenes se viralizaron por las redes sociales y rápidamente se generó repudio, no solo por la feroz pelea que se desató en esta fiesta, sino que indignó ver tanta gente junta, pensando en el peligro del rebrote de COVID-19 que amenaza Salta para las próximas semanas.
Esta fiesta, de las denominadas “pool party”, ocurrió en las primeras horas del 1° de enero. Según trascendió, el evento había sido anunciado con anterioridad una semana antes de su realización pero las autoridades no actuaron para suspender la misma.
Las consecuencias llegaron con el primer amanecer del año: el descontrol, el alcohol y los “desentendidos” de las banditas antagónicas presentes se transmutaron en piñas, golpes, patadas, empujonazos, condimentos que crearon una hecatombe impresionante.
A esto se suma que, entre los participantes, habría estado involucrada una autoridad del municipio, más puntualmente el director de Cultura de El Quebrachal. Ahora, se espera la actuación de la Justicia para proceder ante esta batalla campal con la que la comuna recibió el 2021.