En una nueva audiencia del juicio seguido contra Sergio Horacio Vargas, acusado como partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria; y Nicolás Federico Cajal Gauffín, viudo de Jimena Salas, brutalmente asesinada en su casa en la localidad de Vaqueros, un perito declaró que durante la investigación se entrevistó con la suegra de Vargas quien aseguró que no era vendedor ambulante.
Durante la investigación, el perito visitó a la suegra del acusado quien le dijo y quedó registrado que la suegra desde su casa en San Benito, manifestó que el hombre no era vendedor ambulante y que no hacía nada. Dijo que se dedicaba a tomar bebidas alcohólicas y a cuidar un lote donde se habían asentado, en barrio San Calixto.
En la oportunidad se le consultó a la mujer acerca de unas sandalias para niñas que el imputado andaba ofreciendo para la venta. Aclaró que ella había comprado los dos pares de sandalias en Jujuy, para regalárselas a sus nietas, no para venderlas.
También explicó que realizó un sondeo a mediados de 2017, con la finalidad de determinar posibles incrementos patrimoniales no justificados en Nicolás Cajal, la mujer con la que mantuvo una relación extramatrimonial y la mamá de Jimena.
Dijo que analizó los movimientos económicos y financieros en blanco registrados desde 2016 hacia atrás, hasta el 2012. Y desde enero de 2017 hasta agosto de ese mismo año. Como conclusión, el contador determinó que no se detectaron incrementos injustificados en el patrimonio de ninguna de las tres personas investigadas.