



El amor de una madre alcanza niveles impensados y es tan poderoso que puede mover montañas. Así lo hizo América, una salteña de 78 años que no dudo en vender su casa en un intento de salvarle la vida a su hija con cáncer. El tratamiento lamentablemente no surtió el efecto deseado y la joven partió de este mundo dejando a una niña de 10 años huérfana y a cargo de su abuela.
Tras el enorme acto de solidaridad, la mujer ahora vive en una precaria vivienda, que no tiene puertas ni ventanas, padece el frío del invierno y pasa hambre porque tampoco cobra una jubilación, consignó Con Criterio Salta.
América se hizo cargo de su nieta y se mudó a la casa abandonada que dejó su hija fallecida, que consta de una pila de ladrillos amontonados y está lejos de tener las comodidades que tienen otros hogares.
Atentos a la triste realidad, sus vecinos se organizaron para llevar a cabo una colecta que pueda ayudar a que viva un poco más cómoda. “Ella necesita ropa, calzados, mercadería, elementos de cocina, y todo tipo material para hacer una habitación aunque sea de madera. Todo lo mínimo será de mucha ayuda, todo suma. Ella está muy depresiva y a sus 78 años es como volver a nacer”, contó Amalia, una vecina.
Las donaciones pueden acercarse a la manzana 338 D, casa 1 de Barrio Fraternidad (Frente al Anfiteatro Del Parque De La Familia) o bien comunicarse al 3875222558.







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