El Gobierno decidió desterrar por completo la idea de implementar un IFE 4 como se había evaluado después de las PASO, aunque Alberto Fernández ordenó desplegar en los próximos días un programa de contención social ambicioso que prevé la complementariedad laboral de un millón de beneficiarios del Plan Potenciar Trabajo con empleo genuino, la implementación del Plan Te Sumo y un esquema de ayuda a los movimientos sociales críticos de la gestión actual.
De esta manera, en la Casa Rosada evalúan la posibilidad concreta de sellar acuerdos de empresas privadas con 1 millón de beneficiarios de los planes Potenciar Trabajo. Ya se empezó a instrumentar esto con los acuerdos en el sector de la construcción por medio del gremio de la UOCRA. Y en adelante seguirán los convenios en el sector de la gastronomía y el turismo.
Este incentivo laboral a los beneficiarios del Plan Potenciar Trabajo prevé el aporte de $ 16.000 del Estado a las empresas durante tres meses, lo que implica la mitad del salario social. En tanto, que durante los 12 meses siguientes habrá reducción de aportes patronales para las empresas con la idea de darle continuidad a los puestos laborales sujetos al Potenciar Trabajo.
Además, en el Ministerio de Trabajo están compatibilizando los datos de los 67.000 inscriptos en el plan Te Sumo con las 2400 empresas anotadas para recibir a jóvenes de entre 18 y 14 años con secundario completo que buscan acceder a su primer empleo. Ya hay 402 ofertas laborales, lo que implicarían muchos puestos laborales en cada oferta lanzada, según revelaron allegados a Moroni.
La decisión de no instrumentar el IFE 4 por parte del Gobierno está fundada en la idea de generar trabajo genuino y en que la ayuda social otorgada recientemente que contempla un complemento especial de uno $3500 y $5000 para las asignaciones familiares, con lo que se beneficiarán a dos millones de trabajadores.
En paralelo a esto, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, viene manteniendo reuniones con los movimientos sociales críticos del gobierno para plantear un plan de contención social y evitar que haya desbordes en las calles en medio de la campaña electoral.
Según revelaron los funcionarios que trabajan con Zabaleta, un equipo del Ministerio de Desarrollo Social del área de Asistencia Crítica que depende de la Secretaría de Políticas Sociales mantuvo hoy una reunión con Raúl Castells, líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y estaba previsto un encuentro con el Polo Obrero aunque sin fecha hasta el momento.
En todos los casos, la decisión de Zabaleta es avanzar en la implementación de proyectos productivos de cara a la pospandemia y seguir con un cronograma de trabajo conjunto para evaluar las necesidad de envío de alimentos a los comedores escolares o centros de atención comunitaria.
Sin embargo, desde el Gobierno ratificaron que no habrá ampliación de planes sociales o la apertura de beneficiarios a programas como el Potenciar Trabajo o subsidios de cualquier otra índole.
Desde el Polo Obrero expresaron que "no hay acuerdo alguno con el gobierno" y ratificaron que este jueves realizarán una movilización con cortes de ruta y calles en gran parte del país como parte de un plan de lucha.
Según se pudo saber, el Polo Obrero junto con otras organizaciones piqueteras críticas del gobierno prevén para este jueves desde las 10 el despliegue de cortes siete accesos a la Ciudad de Buenos Aires y piquetes en 22 provincias. /Cronista
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