El juego forma parte inherente del ser humano, desde su nacimiento como persona o como civilización, siempre ha sido una herramienta para crecer, desarrollarse y comprender el mundo que le rodea. El juego ha estado presente desde las sociedades más primitivas, de hecho, para Johan Huizinga, filósofo autor del libro Homo ludens, es incluso anterior a cualquier cultura
El camino recorrido desde los juegos que llevaban a cabo los primeros pobladores de la Tierra hasta los actuales casinos online, como el que se localiza en la url https:/casinoonlineargentina.com.ar/, con avanzados sistemas y programas digitales, desarrollados sistemas de seguridad y enorme variedad de posibilidades de opciones ha sido posible gracias a un factor de competición lúdica. Un elemento que impregna la vida de los seres humanos y que se desarrolla como un útil para la creación de las distintas civilizaciones, al menos en sus primeras fases.
La historia del juego en la especie humana.
En este resumen histórico del juego se puede comenzar incluso en el Paleolítico, ya que los antropólogos dan por segura su existencia al observar a los primates, que es una cualidad inherente a estos inteligentes animales.
En el Paleolítico
Se sabe que el hombre del paleolítico comenzó a crear, conocer y a manipular el mundo a través del juego. A través de él fue capaz de desarrollar manifestaciones culturales cada vez más complejas, como el derecho, la ética, la moral, etc.
El juego se va convirtiendo en un aspecto esencial que aporta beneficios psíquicos y físicos al ser humano, así como cambios en la sociedad que va construyendo con el paso del tiempo. Es posible, sin embargo, que en estas fases iniciales no se haya concretado un verdadero deporte, pues se da por hecho que pertenece a estados más evolucionados de la raza humana.
Parece claro que el juego se relaciona con lo mágico y lo divino, con lo religioso, y las actividades físicas quedan excluidas a la esfera de la supervivencia, sin un enlace que uniese todavía el juego con la actividad física.
Babilonia, el juego se mezcla con la representación
La complejidad y una mayor estructuración se van dando en las distintas civilizaciones humanas. El juego de la pelota, las representaciones de grandes batallas con juegos de lucha con lanzas, las carreras, los saltos, los levantamientos de rocas… Todos siguen una estructura similar a la utilizada para el adiestramiento en la lucha y la supervivencia, aunque ya empiezan a tomar forma los juegos de puro exhibicionismo, demostrando fuerza física y resistencia, previendo lo que será la propaganda en el deporte babilónico.
Es en Babilonia donde aparece una actividad catalogada de deporte, hace unos 4000 años, muy parecida al boxeo. En otras culturas aparecen juegos de estrategia usando tableros y juegos de pelotas con reglas establecidas (Mayas), el lanzamiento de jabalina, la equitación y un juego parecido al actual bádminton.
Egipto, Creta, India
3000 años antes de la era cristiana, sucede un hecho importante en esta evolución en Egipto; la creación de terrenos específicamente usados para jugar. Los cretenses, por su parte, no avanzan en la profesionalización del deporte, sino que siguen usándolo solo como ocio o recreo. En la India, sobre el 2000 a. C., aparecen juegos con canicas que han evolucionado hasta la actualidad.
Grecia y Roma
Estas dos civilizaciones fueron definitivas en la evolución del juego en conjunción con el deporte para entender lo que a día de hoy existe.
En Grecia, el deporte contribuía al desarrollo físico (complemento de una buena educación). Contribuía a construir la moral del ciudadano y a seguir las normas, desarrollando un espíritu creador, competitivo. Los juegos en Grecia estaban consagrado a los Dioses, en la competitiva o en la meramente ociosa. Los más populares fueron la lucha, el salto a la comba, tirar de la cuerda, los juegos de pelota y las danzas acrobáticas.
Roma, por su parte, entiende el deporte y el juego como parte fundamental de la vida del ciudadano romano. Sigue teniendo un papel predominante en la sociedad como mecanismo de recompensa o medio de descanso, por lo que el Estado impulsa una serie de juegos en los circos, con un claro componente de dominación social. Es aquí donde adquiere el máximo exponente competitivo. Adquiere una gran importancia social, incluso el centro de la actividad política se llega a desplazar al foro del circo, al teatro y al anfiteatro, espacios dedicados a la representación y a las actividades fisco/lúdicas. Los juegos más populares incluyen las balanzas, los columpios, los juegos circenses y de gladiadores, las batallas navales simuladas (naumaquias) y los juegos de pelota, que han permanecido constantes a través de todas las culturas y civilizaciones.
La edad moderna
La evolución del deporte en la Edad Media sufre el mismo oscurantismo y los retrocesos que toda actividad cultural, quedando relevado a momentos muy puntuales y sin importancia más allá de las lizas entre caballeros y hacendados.
Ya en la Edad Moderna, y a modo de resumen de un concepto demasiado amplio, se puede asegurar que forma parte central de la vida de los ciudadanos. El deporte, concebido como competición, llena las horas de ocio de una buena parte de la población. Es una de las herramientas más utilizadas para acabar con el estrés de la vida diaria, siendo además motivo de cohesión social.
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