Aseguran que la muerte del bebé wichi se debería a un avanzado cuadro de COVID-19

Según información que habría trascendido hace algunos días, un bebé wichi de menos de un año habría fallecido a causa de un cuadro severo de deshidratación y sepsis, sumándose a otro caso, el de una beba de 11 meses de la misma comunidad.

Sin embargo, fuentes oficiales afirman que el niño – quien era nieto del cacique Pablo Solís – oriundo de la comunidad de La Puntana, habría sido víctima de un avanzado cuadro de COVID-19.

Asimismo, aseguran que el estado de salud del infante podría haber mejorado significativamente de no ser por la negativa de la familia; quienes impidieron que el niño pueda ser tratado de la manera correspondiente, con los recursos necesarios para su favorable evolución.

Desde el Gobierno, además, desmienten rotundamente las versiones que circulaban acerca de un posible cuadro de desnutrición del niño.

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Según el Informe Oficial de Mortalidad Infantil de la localidad de Santa Victoria Este, el pequeño de casi 10 meses habría sido asistido en la guardia el día 16 de enero, apenas pasado el mediodía. Luego de ser revisado es trasladado desde la comunidad de La Puntana a la Cruz Roja, en donde sus padres dan cuenta que el bebé venía de cinco días de fiebre acompañada de vómitos y diarrea.

Seguidamente, el personal sanitario observa un abdomen sin pliegue y realiza un test de antígeno que da positivo para Coronavirus. Luego se controlan los signos vitales y se registra el peso del pequeño en 7,150 kg para empezar a administrar medicación, a la vez que se solicita un análisis de laboratorio y se le administra oxígeno.

El infante es diagnosticado con una deshidratación moderada, sumada a una gastroenteritis aguda y COVID positivo. Ante tal contexto, se decide derivar al bebé a un centro de mayor complejidad, siendo esta decisión rechazada por los progenitores del menor, constando la negativa en la historia clínica con la firma confirmatoria de sus padres.

Al día siguiente, el cuadro del menor desmejora. El personal de salud intenta explicar nuevamente a los padres del bebé que ante la disminución en la saturación de oxígeno del paciente, es necesario el rápido traslado del mismo a un establecimiento sanitario de mayor complejidad. La respuesta de ambos vuelve a ser negativa, no comprendiendo lo crítico del cuadro.

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Finalmente, tras otro intento, logra ser derivado e ingresado en el hospital Juan D. Perón de Tartagal, aproximadamente a las 18.30 hs. El paciente es diagnosticado en un estado severo de deshidratación y con signos de shock.

A continuación, se solicita un análisis de laboratorio que arrojaría los resultados de anemia severa, acidosis metabólica, neumopatía, hipopotasemia. El paciente desmejora, presentando una distensión abdominal importante, por lo que se solicita una interconsulta con el Hospital Público Materno Infantil, iniciándose una antibióticoterapia.

Debido a la falta de respuesta del niño a los tratamientos iniciados se procede a instrumentar la vía aérea. A las 7 de la mañana del día 18 de enero se coordina el vuelo sanitario para la derivación a Salta, haciéndose efectivo el mismo a las 11 horas aproximadamente.

En el transcurso del vuelo, el menor sufre un paro cardiorespiratorio. Finalmente logra ser Ingresado al Hospital Público Materno Infantil a las 14.30 hs; establecimiento en donde permanecería hasta el día 19 a las 9 y media de la noche, horario en que se registra el deceso del paciente.