Salta contará con un nuevo espacio para recuperar a los adictos

Las “fazendas” surgieron en Brasil y comenzaron a proyectarse en el país. Son espacios para la recuperación de jóvenes que caen en adicciones a la droga y al alcohol.

Gobierno23/12/2013

La sexta "Fazenda da Esperança" (Familia de Esperanza) del país se erigirá en la provincia de Salta, destinada al tratamiento y recuperación de jóvenes adictos a las drogas o al consumo de alcohol. Es por ello que la Legislatura Provincial sancionó recientemente la ley de donación por parte del Estado al Arzobispado de Salta de 130 hectáreas que conforman el llamado Potrero de Linares, donde años atrás estaban internados pacientes neuro psiquiátricos.

Las denominadas "Fazenda de Esperança" en Argentina, funcionan en Córdoba (allí hay dos), una en La Rioja, otra en Tucumán y la restante en Buenos Aires.

La ministra de Derechos Humanos, Marianela Cansino explicó en una reunión que mantuvo con senadores provinciales, que le dieron sanción definitiva a la ley de donación en la última sesión celebrada el 19 de diciembre, los alcances del proyecto. La funcionaria expuso los lineamientos generales del trabajo que se realizará, a través de un proyecto que se denomina Fazenda da Esperança (o Familia de Esperanza en español), que es una asociación de fieles reconocida por la Iglesia Católica y que trabajan en diversos campos sociales, pero su principal objetivo es la recuperación de jóvenes químico-dependientes.

Este proyecto nació en San Pablo (Brasil) en 1.983 auspiciado por la Iglesia Católica de Brasil. Y ya vienen trabajando en varias provincias de Argentina. En Brasil tienen más de 60 centros.

Cancino estuvo acompañada por el coordinador general del ministerio, Fernando Martinis; por el sacerdote Carlos Alberto Gamboa y el asesor legal del Arzobispado, Pablo Macarón.

Ante la consulta de los senadores se explicó que en los centros de esta organización se trabaja en el diseño de viviendas para familias necesitadas, viveros, reciclado de residuos inorgánicos, les dan asistencia sanitaria y dental, trabajan en material multimedial para radio, tv, periódicos, y producciones propias en CD y DVD. En las fazendas se reciben a jóvenes que desean liberarse de las drogas y del alcohol, donde los recuperados viven de su propio trabajo como fuente de auto-estima y auto-sustento. El padre Gamboa detalló que el dependiente químico debe desear y manifestar la voluntad de tener una vida libre de las drogas y del alcohol, escribiendo una carta de puño y letra para ser acogido, explicando los motivos que lo llevan a solicitar ayuda. Cada joven es responsable por su recuperación. 

Fuente: Nuevo Diario de Salta

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