Duro testimonio contra Rangeón: "Me levantó del cuello y me tiró a la cama, tenía mucho miedo"
Justicia13/07/2022Ayer se llevó adelante la segunda jornada del juicio contra Pablo Rangeón, quien está imputado de haber abusado de seis jóvenes. Fueron varios los relatos que se escucharon desde las 9.30 hasta cerca de las 17, pero el de P.Y.P., una de las víctimas, fue muy desgarrador.
Es madre de una menor y comenzó contando que conoció al acusado en noviembre de 2018 "en la Sociedad Española", con intenciones de hacer el curso en la escuela de modelaje. Al año siguiente, el la llamó y le ofreció ser parte de la escuela a través de una beca. "No tenía muchas intenciones, pero como me dijo que me daba una beca acepté y fui", agregó. En ese momento era muy joven y tenía una beba que cuidar.
Empezó a ir y en las clases le resultaba sumamente incómodo el manoseo de Rangeón cuando les “enseñaba” a pararse o posicionarse. "Con un palo en la espalda nos ponía firmes, nos hacía sacar pecho y ponía su mano debajo de nuestros pechos, a una compañera y a mí nos tocaba y eso me hizo poner muy incómoda", relató.
"En ese tiempo estaba mal económicamente, necesitaba conseguir un alquiler y eso me tenía preocupada ya que debía dejar una pieza que alquilaba”, contó y fue ahí cuando él le ofreció alquilarle un departamento monoambiente que tiene en el barrio El Huaico y ella aceptó por el precio.
Hasta ese momento todo parecía normal, un sábado después de una de las clases en la escuela, a las 19, él se ofreció a llevar a las alumnas a sus domicilios y a P.Y.P. hasta El Huaico, escenario donde la joven describió el horror.
El monoambiente estaba especialmente acondicionado para recibir gente, con luces de colores, barra bolichera y algún otro objeto más. Contó que esa tarde noche la hizo sentir "cómoda", le ofreció tomar bebida alcohólica que la mujer dijo que no quería pero sin embargo terminó aceptando tras las insistencias del empresario, escribió El Tribuno.
Habían acordado el alquiler por $60.000 durante un año, pero ella le dijo que tenía solo $40.000 para darle y que después le podía dar los otros 20. Rangeón aceptó, recibió el dinero mientras la joven le pidió permiso para pasar al baño. “En ese momento él se me acercó y me dijo que podíamos arreglar por los 20 mil, ¿y cómo? le pregunté. Me agarró la cara y me dio un pico. Me agarró de la cintura y me tiró el elástico de la calza y me preguntó qué bombachita me había puesto", relató.
"Salí del baño porque yo me tengo que ir', me dijo él y yo le dije que estaba incómoda que me quería ir a mi casa. "Salí del baño porque llamo a la policía', dijo, cuando salí me agarró del cuello y me tiró atrás de la piletita. Le dije que me estaba lastimando, me estaba ahorcando. Me levantó del cuello y me tiró a la cama, tenía mucho miedo, mientras él me decía que estuviera tranquila", siguió el desgarrador relato.
Mientras ella contaba eso, se largó a llorar. Lo que sigue en su relato es el violento y espeluznante ultraje que la víctima dijo sufrir. Le rompió la remera junto con el corpiño, la manoseo por todas partes, pasó su miembro por su cara hasta que consumó el calvario: la abusó carnalmente en más de una oportunidad.
"Nunca dejé de llorar, mientras me apuraba le pedí que me llevara hasta la calle La Rioja, donde me bajé y me dirigí hacia una iglesia donde estaba mi hijo. Tenía puesta una remera negra que Rangeón me dio para que me cubriera, y en vez de ir a la habitación que alquilaba y debía dejar, me dirigí hacia el barrio Palmeritas, donde vive mi mamá. No tenía fuerzas, no sentía el piso estaba como mareada, tenía ganas de vomitar", contó.