Mataron a balazos a un empresario cuando bajaba de su camioneta

Nacional30/08/2022
rober

Un nuevo hecho de inseguridad expone un brutal crimen en la localidad bonaerense de Castelar.

El dueño de una distribuidora de bebidas fue asesinado al menos con dos balazos.

El empresario descendía de su camioneta para ingresar por la puerta de su empresa, sobre la colectora del Acceso Oeste, cuando un hombre le disparó desde un auto que pasó a baja velocidad.

Los investigadores descartaron que se haya tratado de un intento de un robo: la víctima había sufrido intimidaciones, por lo que se presume que se trató de un ajuste de cuentas.

El hecho ocurrió a las 8.30 en la puerta de la Distribuidora Central del Oeste, situada sobre la avenida Presidente Perón (colectora de Acceso Oeste), a metros del cruce con la calle Chivilcoy, en aquella localidad del partido de Morón. La víctima fue identificada como Roberto Adrián Gegundez, de 53 años.

A partir del testimonio de Gustavo, un hermano mayor del empresario, los investigadores policiales sospechan que el empresario fue víctima de una venganza cuyas causas todavía son un misterio.

Según explicaron  fuentes policiales, cuando Gegundez llegó a la distribuidora a bordo de su camioneta Ford F-150 Raptor negra –patente AF135SB– y se disponía a descender del vehículo, le dispararon sin mediar palabra desde un automóvil Citroën C3 color blanco que nunca paró la marcha y escapó del lugar.

Gegundez cayó en el lugar, boca arriba, junto a la Ford Raptor negra. La puerta del conductor de su camioneta quedó abierta.

El vehículo también recibió impactos de bala, aunque por ahora no se logró determinar de qué calibre.

Efectivos de la comisaría 7ª de Castelar Norte llegaron a la escena del crimen y preservaron el sitio donde yacía la víctima junto a la camioneta hasta el arribo de los peritos de Policía Científica, que trabajaron en el lugar para realizar mediciones para la planimetría –con el fin de establecer distancias y direcciones de los disparos– y para buscar otros indicios que permitan identificar a los tiradores.

Hasta el momento, no habían encontrado vainas servidas relacionadas con los disparos.

Así, aún no se sabe no solo de qué calibre eran los proyectiles que segaron la vida de Gegundez, sino si el sicario usó una pistola (que hubiera despedido los casquillos correspondientes a los proyectiles disparados) o un revólver de alto poder.

Los voceros de la fuerza policial señalaron que Gustavo Gegundez, de 56 años –socio de Adrián en otras firmas comerciales– declaró que su hermano estaba amenazado, aunque dijo desconocer los motivos.

Sí pudo aportar que dos meses atrás, en junio, su hermano viajó a la provincia de La Rioja, donde se quedó por espacio de unos 20 días, tras los cuales le dijo que “se había enfriado la cosa” y por eso regresó.

El caso es investigado por el fiscal Mario Alberto Ferrario, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°3 de Morón, quien encomendó a efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones y al personal de la comisaría de Castelar Norte que realice un relevamiento de cámaras de seguridad para intentar reconstruir el derrotero del Citroën C3 blanco en el que se movilizaban el sicario y el conductor.

“Concluimos que no hubo un asalto o intento de robo. No solo porque no le robaron nada, sino porque hay testigos directos que dijeron categóricamente que fue una ejecución. El Citroën C3 aminoró su marcha, el que iba del lado del acompañante disparó al menos cuatro tiros y escaparon en cuanto vieron que su objetivo había sido alcanzado. El hermano del hombre dijo que había vuelto hace un mes de La Rioja, adonde se había ido porque lo estaban amenazando. Ahora estamos intentando recabar la información concreta para saber a quién le temía y cuál era el conflicto que atravesaba, para poder identificar a algún sospechoso”, dijo una calificada fuente de la investigación. /La Nación

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