Desde la guardia del hospital Materno Infantil informaron que comenzó a notarse una mayor afluencia de pacientes con síntomas como fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarreas o tos.
La médica de guardia María Guadalupe Hoyos informó que ayer domingo, desde las 8 hasta las 13 horas, se registraron un total de 25 consultas. "El contagio es fecal-oral, por manipulación de heces y contacto con la boca o alimentos contaminados sobre los que no se haya mantenido la cadena de frío", indicó.
Una de las principales causas de las indigestiones o intoxicaciones alimentarias tienen que ver con que las preparaciones festivas tradicionales incluyen comúnmente productos ricos en grasas y calorías.
Los profesionales de la salud aconsejan cuidar la higiene y conservación de los alimentos y las preparaciones para evitar enfermedades o complicaciones y no cortar la cadena de frío de los productos ni mantenerlos al aire libre mucho tiempo, para que no se descompongan y adulteren sus nutrientes.
A su vez, indicó que la mayoría de los pacientes acude a la guardia por cuadros estomacales pero que por ahí también van por cuadros respiratorios con síntomas como tos, moco, fiebre. "Se ve que está habiendo mucha influenza y virus respiratorios propios de la época", explicó.
Al ser consultada sobre si hay un brote de COVID-19, respondió que no y que los pacientes respiratorios que han requerido internación se les hizo la prueba y la mayoría dieron negativo.
Mantener las medidas de higiene en el hogar es fundamental. "Si un papá le extrae secreciones a un niño con cuadro respiratorio y luego tiene que cocinar, hacer quehaceres y cuidar otros niños debe lavarse las manos porque si no habrá transmisión", dijo.
Finalmente, Hoyos indicó que los pacientes que llegaron durante los festejos navideños a la guardia recibieron atención inmediata y que todo estuvo bajo control.