La intendenta de Cerrillos prometió ayudar a las familias que perdieron todo en el incendio

Es dramática la situación que viven decenas de familias que trabajaban en la feria que ayer se incendió por completo frente a la plaza principal de Cerrillos. Yolanda Vega, la intendenta del municipio, lamentó lo sucedido y se puso a disposición para asistir a los damnificados.

"La mayoría de los locales son de mujeres emprendedoras, es lo más doloroso, familias que día a día juntaron centavo por centavo para poner el local, se perdieron años de trabajo", dijo Vega. Las pérdidas en el lugar fueron totales.

La intendenta estuvo en el lugar y dialogó con los damnificados. “Me pongo a disposición para acompañar a los comerciantes y pequeños emprendedores, vamos a trabajar por una solución, me comuniqué con el senador del departamento, mañana estaremos en conjunto con funcionarios provinciales", expresó en El Tribuno.

Una de las comerciantes manifestó su angustia. "Es una desgracia lo que nos pasó, esta mañana vinimos a trabajar como todos los días, hoy a la tarde estábamos compartiendo con la familia el día de Pascuas, nos llaman por teléfono los vecinos para decirnos, 'por favor vengan', se está incendiando su galería", dijo una de las mujeres damnificadas en diálogo con El Tribuno.

"Fue una desesperación, se nos quemaba todo, llamé a mis compañeras, llegaron los bomberos porque no había agua, rompieron todo para entrar, y cuando entraron ya era tarde, parece que el daño es total", añadió la mujer.

Entre las hipótesis de las causas del incendio, se baraja la posibilidad de un corto circuito.

"Nunca pedimos nada, pero es nuestra fuente de trabajo, tenemos una familia por atrás, son años de sacrificio, ya una pandemia nos hizo mierda, ahora nos pasa esto, todos somos trabajadoras, es una desgracia, yo hoy tenía para comprar el pan, mañana no sé", dijo la señora al borde de las lágrimas.

Otra de las mujeres agregó que en la galería era polirubro, con locales que vendían ropa, accesorios, artesanías, descartables y cotillón. "Estábamos juntando para pagar el alquiler", dijo con tristeza.

"Había días que no vendíamos nada, y cuando vendíamos era para reponer o ganar un porcentaje", lamentó. "Esta mañana teníamos un negocio, para mañana no tengo para comprar pan", añadió consternada, antes de recibir una abrazo de aliento por otra de las perjudicadas.