La disputa del mundial de fútbol Sub-20 en la Argentina, que se jugará entre el 20 de mayo y el 11 de junio, generará un ingreso de divisas superior a los u$s600 millones, informaron fuentes del Palacio de Hacienda.
Desde el punto de vista económico, entre la "inversión que realizará la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) en materia de organización y una llegada estimada de 230.000 turistas, se estima un impacto adicional de ingreso de divisas por más de u$s600 millones", añadió la fuente.
El ministro de Economía, Sergio Massa, y su par de Turismo, Matías Lammens, recibieron este mediodía en el Palacio de Hacienda a las máximas autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezadas por su titular, Claudio Tapia.
En el encuentro, que se llevó a cabo en el Salón Belgrano, se firmaron los permisos y avales que la FIFA solicita para la realización de este evento deportivo internacional.
Turismo e inversión
"Tendremos la oportunidad de recibir miles de turistas, generar divisas, trabajo y también incorporar tecnología que los organizadores a nivel internacional traen para el desarrollo de este evento", señaló Massa durante la reunión.
En este sentido, remarcó que se han "firmado todos los decretos y avales que como gobierno nos exige la FIFA, así que estamos listos para que (una vez aprobados) se anuncie que Argentina será sede del mundial sub-20".
Participaron del encuentro, además de Massa, Lammens y Tapia, los vicepresidentes de AFA, los dirigentes Rodolfo D'Onofrio, David Garzón, Víctor Blanco, Luciano Nakis, Pablo Toviggino, Sergio Rapisarda y Cristian Malaspina, entre otros.
Empleo
Seis provincias recibirán a las 24 delegaciones nacionales que disputarán la copa, generando un importante movimiento económico en las distintas economías regionales, más allá del empleo de cerca de 1.200 personas por partido considerando logística, seguridad y organización entre otros aspectos.
Desde el ministerio de Economía destacaron que ser anfitrión de este tipo de encuentros globales deja como beneficio un nuevo impulso al turismo receptivo, como resultado de una alta exposición del país ante los ojos del mundo.
Esto se traduce en un aporte positivo a la actividad por varios años. Se estima que el efecto sería un aumento de al menos un 5% anual a partir de este año, lo cual representa más de 360.000 nuevos turistas al año y un incremento del ingreso anual de divisas cercano a u$s300 millones.