Romero necesitado de sus fueros por las cantidad de causas en su contra

De todos los senadores nacionales con causas penales Romero es el más necesitado de mantener sus fueros. Cantidad y variedad de acusaciones penales en su contra.

Justicia 22/07/2013

Junto al ex gobernador salteño Juan Carlos Romero son varios los senadores que intentan mantener sus fueros para continuar sin dar explicaciones en distintas causas penales, todas iniciada por delitos que tienen que ver con su pasado como administradores de recursos provinciales o nacionales.

El asilo de Romero en sus fueros ha repercutido directamente en el ritmo de las causas penales que tiene en su contra, entre ellas la investigación por La Ciénaga, el Hangar, Mercado S.R.L., Dash, Cerámica Andina, Estancia El Carmen, entre otras. Se tratan de acusaciones penales que giran en torno a la adquisición de tierras del estado provincial que terminaron en el patrimonio familiar, como así también el otorgamiento de beneficios económicos a empresas, cuyos titulares forman parte del círculo familiar del senador nacional.

Romero, como se sabe, enfrenta causas por delitos que van desde “incumplimiento de deberes de funcionario público, peculado, defraudación, uso de información reservada, negociaciones incompatibles con la función pública hasta la imputación como organizador de una asociación ilícita”.

Dada la características de las causas en contra de Romero, todas por delitos de corrupción en la gestión pública, generó un fenómeno inédito conocido en la jerga judicial. Los abogados confirmaron a este medio que la acumulación de causas penales sin resolución dan paso a lo que se conoce como “concurso de delitos”, condición que el Código Penal atribuye para los imputados que tiene en su haber la acusación de varios hechos delictivos.

Ante esta inusual circunstancias legal, juristas del foro local explicaron que a Romero se le debe imputar el máximo de la pena de cada delito. De ser así el ex gobernador podría recibir, si la justicia logra llevar adelante los procesos judiciales en su contra, una condena de 50 años de prisión, razón suficientes, según los letrados, para aferrarse a los fueros de senador nacional, ya que la Ley Nacional de Fueros establece que si bien el legislador nacional podría ser indagado, procesado y hasta condenado la justicia no puede ordenar su detención, protección que le brinda los fueros como senador nacional.

Menem, un viejo amigo

La situación de Romero, sin embargo, no es la única dentro del Senado de la Nación, donde existen otros senadores nacionales que enfrentan litigios judiciales. Por ejemplo, en una causa en que se le atribuye responsabilidad por el pago de sobresueldos, Menem intentó sin éxito que la Corte Suprema lo sobreseyera por prescripción.

El ex presidente ya fue enviado a juicio en esta causa junto a los ex ministros de Economía, Domingo Cavallo; de Defensa, Oscar Camilión y de Justicia, Raúl Granillo Ocampo y de Trabajo, el salteño Armando Caro Figueroa.

Por otro lado, Menem solicitó que se suspenda otro proceso judicial en su contra por ocultar la llamada pista siria sobre el atentado en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) hasta que se interrogue a los sospechosos iraníes en el marco del Memorándum de Entendimiento (MOE) que los gobiernos de Argentina y la República Islámica han suscrito para esclarecer los hechos; en esa causa se le atribuye el desvío de las investigaciones y el pago de 400.000 dólares al acusado Carlos Telleldín a cambio de involucrar a policías bonaerenses para ocultar la pista siria.

Pero lo más importante es que Ménem, en su condición de senador por La Rioja ya fue condenado como autor de maniobras de contrabando ilegal de armas a Croacia y Ecuador; la condena no fue pronunciada por un tribunal de primera instancia, sino por la Cámara Nacional de Casación Penal, el máximo tribunal federal de esa competencia; sin embargo, Menem contempla sonriente desde su banca del Senado la total impotencia de la justicia para encarcelarlo; frente a este rimbombante fallo que lo amenaza con largos años de prisión, y a la posibilidad de ser condenado también en los otros procesos, el ex presidente se limita a interponer recursos y a ver pasar el tiempo, mientras bromea sobre una futura candidatura presidencial; sabe que la justicia tardará mucho en pronunciarse de modo definitivo y que mientras tanto sus fueros impedirán que vaya preso.

Fuente: Nuevo Diario de Salta

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