Brasilero "se colgó" tomando café, llegó tarde a embarcar y se enojó porque no lo dejaron subir al avión que cayó con 61 personas
Internacionales10/08/2024No hay supervivientes entre las 61 personas que viajaban a bordo del avión que este viernes se estrelló en Brasil. La aeronave de la compañía Voepass despegó de Cascavel, en el Estado de Paraná, y volaba con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos, en las afueras de São Paulo. Por causas que todavía se desconocen, se precipitó sobre una zona residencial de la ciudad de Vinhedo, a menos de 100 kilómetros de su destino. Sin embargo, entre toda la tragedia emergió un hombre: se quedó en tierra de pura casualidad porque se fue a tomar un café mientras esperaba el embarque y perdió la noción del tiempo.
El vuelo 2Z2283 de Voepass salió puntual de Cascavel, a las 11.22 horas (hora local), pero Adriano Assis no miró el reloj. Mejor dicho, confundió la hora límite de embarque y cuando llegó a la puerta de acceso, no le dejaron acceder al avión. "Me quedé tomando mi café. Esperé, pero ni los paneles de información ni la megafonía decían nada sobre el vuelo", explica este brasileño de Río de Janeiro.
"Cuando llegué a la zona de embarque, ya eran las 10.30 horas y había una cola enorme. Esperé hasta las 10.41 horas, más o menos, cuando un chico del personal dijo que nadie más iba a entrar porque el embarque había sido una hora antes", precisó. Perder un vuelo por algo así no es de buen grato, así que Assis intentó que le dejaran subirse en el avión. "Discutí con él, pero no me dejó pasar porque hizo su trabajo. Y eso fue todo: me salvó la vida", relata al diario ’O Globo’.
En un primer momento, Voepass informó que en la aeronave viajaban 58 pasajeros y 4 tripulantes. Sin embargo, horas después rectificó y redujo los muertos de 62 a 61 porque en esa lista inicial constaba Assis. "Si ese empleado no hubiera hecho su trabajo... tal vez no estaría haciendo esta entrevista", reitera el viajero, aun incrédulo de la suerte que tuvo.
El siniestro sucedió en cuestión de segundos. A menos de una hora de llegar a su destino, la aeronave se desplomó 3.300 metros en un minuto, según Flightradar24, que monitorea el tráfico aéreo en tiempo real. "El tiempo transcurrido desde la indicación de un problema hasta los datos finales recibidos fue de 89 segundos", indica el rastreador, que también desgrana el recorrido que hizo el vuelo 2Z2283 hasta estrellarse.
Respecto al avión, se trata de un modelo ATR72-500 propulsado por dos motores turbohélice construido por ATR hace 14 años. Se entregó a la compañía albanesa Belle Air en 2010 y Voepass, que es la cuarta aerolínea de Brasil, lo adquirió en 2022.
Primeras hipótesis: pérdida del control del avión
"Todavía no podemos confirmar cómo se produjo el accidente", ha informado la aerolínea en un comunicado. A falta de la investigación oportuna, las primeras hipótesis apuntan a una "pérdida del control" del avión. "No pudo mantener la estabilidad en el aire porque quizás sufrió una pérdida de sustentación", explica con tecnicismos Gerardo Portela, ingeniero y doctor en Gestión de Riesgos y Seguridad en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Cualquier fallo en los sistemas de la aeronave, errores en la maniobra o una potencia insuficiente de los motores puede llevar a ese extremo en pleno vuelo. Se trata de una situación crítica llamada ’entrada en pérdida y barrena’, que provoca que el avión pierda su capacidad para mantenerse estable. Consecuentemente, empieza a caer en espiral de forma descontrolada, explica la Agencia Estatal de Seguridad Aérea en su página web. Algo que sucedió, tal y como se aprecia en los vídeos del accidente aéreo que grabaron los vecinos de Vinhedo.
En las imágenes se ve cómo el avión cae a gran velocidad y en espiral hasta impactar contra una zona residencial de la ciudad. El bimotor dañó un chalet donde viven dos personas mayores, que no sufrieron daños físicos. Ninguna otra vivienda se vio directamente afectada pese a la gravedad del impacto.