Actualmente casi el 80% de la población a nivel mundial que tiene más de 10 años tiene un teléfono celular. Rodolfo Touzet, doctor en Radioquímica y especialista en Seguridad Radiológica y Nuclear, cree que el uso de dispositivos móviles puede acarrear en riesgos graves para la salud.
El experto, presidente de la Federación de Radioprotección de América Latina y el Caribe (FRALC) y socio fundador de la Sociedad Argentina de Radioprotección (SAR), cuestionó los resultados de una revisión de estudios encargada por la Organización Mundial de la Salud y difundida esta semana que descartó vínculos entre el uso de teléfonos celulares y el riesgo de cáncer.
“En los últimos años se ha incrementado exponencialmente el uso de teléfonos celulares y la radiación por radiofrecuencia ambiental (RF) que hoy sigue en aumento. Un documento clave que corrobora con 110 estudios científicos la relación dañina que generan estos aparatos a la salud humana fue presentado en 2020 cuando se publicó la Declaración de consenso de expertos y profesionales médicos y científicos del Reino Unido e internacionales sobre los efectos en la salud de las radiaciones no ionizantes (RNI)”, explicó Touzet.
En ese documento, se afirma que “el riesgo de cáncer observado en investigación epidemiológica en humanos fue corroborado por importantes nuevos estudios en animales. Y en 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó la radiación por radiofrecuencia ambiental dentro del Grupo 2B como “posible cancerígeno para los humanos” e indicó que “el glioblastoma multiforme (GBM), un cáncer cerebral fatal de muy rápido desarrollo, y el neurinoma acústico, han satisfecho los criterios de Bradford Hill para la causalidad de la exposición a RF basados en estudios epidemiológicos humanos.
La IARC tiene una clasificación de 4 grupos estándar de compuestos o factores físicos que inciden sobre la carcinogénesis. En el Grupo 1: “carcinógeno para el ser humano” están aquellos compuestos que tienen pruebas suficientes para confirmar que puede causar cáncer a los humanos.
En el Grupo 2A, los mismos son “probablemente carcinógeno para el ser humano”, lo que refiere a que hay pruebas suficientes de que puede causar cáncer a los humanos, pero actualmente no son concluyentes. El Grupo 2B: “Posiblemente carcinógeno para el ser humano” existen algunas pruebas de que puede causar cáncer a los humanos pero de momento están lejos de ser concluyentes.
En el Grupo 3: “No puede ser clasificado respecto a su carcinogenicidad para el ser humano”, significa que actualmente no hay ninguna prueba de que cause cáncer a los humanos. Y finalmente el Grupo 4: “Probablemente no carcinógeno para el ser humano”, remite a que hay pruebas suficientes de que no causa cáncer a los humanos.
Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, los estudios sobre el uso de teléfonos móviles y el desarrollo de tumores han mostrado resultados mixtos, aunque investigaciones como las de Lennart Hardell en 2013 sugieren un aumento en el riesgo de gliomas y neurinomas del acústico en usuarios intensivos.