Horror: Padre e hijo murieron trabajando en un super de Buenos Aires y los cuerpos quedaron dos días tirados adentro del local

Nacional10/10/2024
padre e hijo

Por Adrián Belinche
Infocielo

Podría llamársela la historia oculta de los trabajadores olvidados, porque constituye un hecho que fue ignorado por los grandes medios nacionales. Se trata de una tragedia familiar que sacudió la localidad bonaerense de Boulogne, cuando Carlos Heflin y su hijo Gonzalo perdieron la vida mientras realizaban trabajos de mantenimiento en un Maxi Carrefour.

Su otro hijo, Braian, sobrevivió de milagro pero permanece en estado de shock, mientras la familia, indignada y devastada, denunció la falta de atención de las autoridades y la desidia de la empresa.

La historia resuena con ecos de la obra de Pino Solanas "La dignidad de los nadies", reflejando la manera en que los trabajadores, especialmente los de clases más bajas, son olvidados y maltratados por una sociedad que privilegia el funcionamiento de grandes corporaciones.

Todo comenzó el sábado, cuando Carlos y sus dos hijos se encontraban realizando tareas de mantenimiento en el Maxi Carrefour de Sarratea y Márquez, en Boulogne.

A pesar de que debían presentarse en Hurlingham al mediodía, la familia notó su ausencia y comenzó a preocuparse.

Durante dos días, el auto de los trabajadores, un Renault 11 gris, permaneció estacionado en el lugar mientras nadie del personal del Carrefour ni las autoridades policiales se percataron de su desaparición.

La famosa cadena francesa de supermercados, en este caso en su variante mayorista, siguió operando con normalidad, sin advertir que los cuerpos de Carlos y Gonzalo permanecían dentro del predio. Habían caído dentro de un pozo y allí estuvieron dos días.

No fue hasta el lunes, cuando los olores provenientes del lugar se hicieron evidentes, que se inició la búsqueda y finalmente se hallaron los cuerpos.

Mientras tanto, Braian, el único sobreviviente, fue trasladado de urgencia al hospital, habiendo resultado afectado por el terrible suceso, y en un estado emocional crítico.

La falta de respuesta y acción de parte de las autoridades y la empresa Carrefour es uno de los puntos más indignantes del caso.

Según relató Mariana Heflin, hermana de Gonzalo, en redes sociales, Carlos y su hijo cayeron en un pozo mientras trabajaban y allí permanecieron por dos días sin que nadie notara su ausencia.

Braian, en cambio logró escapar pero se encuentra en estado de shock, incapaz todavía de recordar con claridad lo que sucedió.
Los tres estaban pintando un tanque ubicado en el predio del supermercado, un Carrefour Max. Pasaron dos días desaparecidos, hasta que el lunes encontraron los dos cuerpos y al sobreviviente.

Alejandra Lavadia, madre de Braian y esposa de Carlos, relató en declaraciones a medios locales el calvario que vivieron al intentar buscar a sus seres queridos. "Nadie me tomó las denuncias", explicó, mencionando cómo fue enviada de comisaría en comisaría, sin recibir respuestas.

"Nadie me tomó las denuncias, yo el domingo estuve en la comisaría 3° y 9° de Boulgone y no me quisieron tomar la denuncia. Me mandaron a Pilar porque ellos eran de acá, pero acá no me quisieron tomar la denuncia porque ellos se perdieron en Boulogne... Es una vergüenza lo que vivimos", dijo.

También agregó: "Mi hijo Braian sigue en shock todavía, no sabe bien qué pasó... Sólo pregunta por su hermano y su padre, hoy le dijimos la verdad y tuve que llevarlo al Hospital Central de Pilar, donde le hicieron tomografía, radiología, análisis y todo salió bien, pero necesita urgente un psicólogo porque está en shock. No puede responder preguntas porque no sabe bien lo que pasó".

Finalmente, cuando la tragedia se confirmó, la familia quedó destrozada, no solo por la pérdida de sus seres queridos, sino también por la indiferencia de quienes deberían haber actuado.

Sobre esto, Alejandra Lavadia reafirmó que a pesar de la desidia "yo no paré nunca de buscar a mi hijo. Estuve hasta la 3.30 de la mañana el domingo y no me decían nada, me mandaban de acá para allá como títere y ahora nos estamos lamentando por dos personas inocentes que no se merecían eso".

Hasta el momento, según relata Alejandra, la familia no ha recibido ni siquiera una llamada de Carrefour ofreciendo condolencias.

La empresa mantiene un silencio absoluto, mientras la justicia investiga lo sucedido. Versiones iniciales apuntan a una posible intoxicación por gases, dado que los Heflin estaban trabajando en la pintura de un tanque, sin las medidas de seguridad adecuadas.

La falta de mascarillas y otros equipos de protección fue uno de los puntos destacados por Alejandra en sus denuncias.

Este trágico caso es una clara demostración del abandono al que se enfrentan los trabajadores en su día a día, y también cómo grandes empresas pueden ignorar responsabilidades y permitir que ocurran tragedias sin ofrecer respuestas ni justicia.

Los Heflin, una familia de trabajadores, fueron tratados como meros números en un sistema que los ignora, incluso en la muerte. La justicia, y la sociedad toda, deberá tomar nota y evitar que algo así vuelva a ocurrir.

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