Un joven de 28 años y su madre, de 63, fueron condenados por abuso sexual contra la hermana menor. El hijo, sentenciado a 8 años de prisión efectiva, fue hallado culpable de abuso continuado agravado. La madre, acusada de complicidad, cumplirá su condena bajo arresto domiciliario, según la jueza Mónica Faber.
El caso salió a la luz en 2021 cuando la víctima, entonces de 16 años, confesó los abusos a un compañero de escuela. A pesar de informar a su madre, esta no creyó su relato y presenció los abusos sin intervenir.
Ante los ojos de su madre
El relato señala que el hermano manipulaba a la víctima, normalizando los abusos y llevándola a creer que eran actos comunes. Las lágrimas y el pedido de ayuda a su madre no surtieron efecto, contribuyendo a que la situación se perpetuara.
La joven, tras denunciar a su hermano al cumplir la mayoría de edad, cortó todo vínculo con su familia, buscando justicia y protección fuera del entorno familiar que le negó ayuda en sus momentos más vulnerables.