Sol, salud y protección: ¿cómo cuidar la piel y el cuerpo del calor del verano?

Con la llegada del verano y las ansiadas vacaciones, la exposición solar se convierte en una constante en nuestras vidas. Sin embargo, es fundamental recordar que los rayos ultravioleta (UV) pueden causar daños significativos en nuestra piel si no tomamos las precauciones adecuadas.

¿Cómo hacer una correcta protección de la epidermis? ¿Cuál es el correcto uso del protector solar? Al respecto el móvil de CNN Salta -94.7 MZH- habló con la doctora Luisa Ruiz Morales, del hospital San Bernardo, quien enlistó las recomendaciones para proteger nuestra piel de los efectos nocivos del sol.

Primeramente, indicó que el protector solar es un elemento esencial en nuestra rutina de cuidado personal a lo largo de todo el año, incluso en días nublados. “Los protectores solares se llaman así porque se deben aplicar desde el momento en que sale el sol, aproximadamente desde las 6:30 hasta las 18:30 horas”, afirmó agregando que la aplicación debe realizarse cada tres horas y de manera adecuada, mediante suaves toques sobre la piel.

Los niños salteños y las enfermedades del verano: ¿Cuáles abundan y cómo cuidarlos?

¿Por qué es tan importante el factor de protección solar (FPS)? De esta pregunta, mencionó que el FPS indica el tiempo que tarda nuestra piel en quemarse con el protector solar aplicado, comparado con el tiempo que tardaría sin protección. Sin embargo, es crucial elegir un producto dermatológicamente testeado y con un FPS adecuado a nuestro tipo de piel y actividad.

Dicho esto, la doctora destacó la importancia de proteger todo el cuerpo, especialmente en aquellos que trabajan al aire libre o realizan actividades físicas prolongadas. La especialista recomienda utilizar ropa de algodón de manga larga, sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV.

"Los niños menores de seis meses no deben exponerse directamente al sol", alertó, sumando que desde esa edad, se recomienda aplicar protector solar con un FPS alto y volver a aplicarlo cada dos horas. En el caso de los adultos mayores, es fundamental proteger la piel del rostro, orejas y cuello, utilizando sombreros de ala ancha.